MIERCOLES DE RELATO / EL TRITÓN Y LA SIRENA

EL TRITÓN Y LA SIRENA

Enclavado entre el mar y la montaña,
hay un rincón donde el mar es más azul
y transparente y como si lo quisiera rozar
con sus manos, el verde de los montes se
acerca para sentir el embate de las olas
en sus laderas hermosas y serenas.
Muchas veces me dirijo hacia el monte
para pasear y admirar la paz que allí hay,
donde mi alma encuentra tranquilidad y
el alimento para seguir caminando por el
sendero que el destino ha querido escribir.
Todavía a veces cuando veo pasar las barcas
que cerca del ocaso salen a la mar, para faenar,
me siento transportar al día en que te vi marchar
entre olas y el rugir del viento que hinchando
las velas te llevo lejos de mi.
Pero la vida sigue y yo desde aquí sigo mirando
al horizonte para verte regresar y como un bello
tritón saliendo de entre las aguas cristalinas,
con tu sonrisa angelical.
Hace ya un año que partiste y aunque se que 
nunca seras para mí, en mi mente sueño y te
siento cerca de mí.
Tu parte guerrera, tu carácter luchador, tu garra
para lograr alcanzar una buena pesca, con la
que regresar a casa y saborear la alegría de 
todos aquellos que dejasteis hace tiempo atrás.
Tus ojos guardan la dureza de la madera que
construye el barco con que navegar,tu cuerpo
curtido por el sol hace suspirar, en poder acariciar,
ese torso bello y fibroso que tantas luchas a tenido
que afrontar.
Pero son solo sueños de alguien que te ama desde
el silencio y la soledad.
Me gustaría ser mástil, vela o por que no timón,
donde tus manos reposan seguras, mientras conduces
la barca al puerto seguro del cual nunca debiste salir.
Con cada temporal, mi corazón tiembla y en mi rezo
pido al dios del mar que te cuide y nos permita ver
un día tu regreso al hogar.
Hoy cuando hace casi dos años de tu partida, desde
lo alto de mi atalaya veo regresar las barcas,
mi alma se alborota y bajo corriendo la ladera 
entre verdes prados llenos de flor.
Cruzo el pueblo y me dirijo al puerto, donde como
yo muchos otros suspiran por ese regreso de los 
hombres de la mar.
Poco a poco por la bocana del puerto, vemos entran
las barcas, llenando el puerto de sonrisas, lágrimas
y manos alzadas.
Yo desde mi rincón, cerca de las casas veo como las
barcas atracan y como jóvenes, adultos y niños se
funden en abrazos y besos.
Mi envidia crece,¡Ojala! pudiera yo sentir tus brazos
en mi cintura y tus labios en los míos dejando el sabor
de la sal en mi cuerpo.
Pero mi imaginación vuela libre y sin son,mientras tu 
surges como un dios entre cajas, pescado y hombres
ilusionados por ver aquellos que son parte de su corazón.
Mi dicha esta plena, te he visto y mi corazón se llena
de ilusión y alegría.
Quiero irme a casa, pero algo me retiene, tal vez sea
el amor callado que guardo en mi alma o el intentar
descubrir si hay alguien que comparte contigo tu amor,
ese que no es para mí.
Mi corazón por no sufrir, al final me hace salir, no quiero
saber quien es la que gobierna tu vida, en mis sueños
yo te quiero y soy feliz.
Un día estando en mi atalaya, donde me gusta ver el mar,
siento una mano sobre mi hombro y una fragancia familiar,
no quiero mirar por miedo a que sea una alucinación de mi
mente y corazón, sobre aquel que amo en silencio y que da
alas a mi corazón.
Sin embargo sus labios susurran a mis oídos.......
"Mi dulce sirena que desde la soledad, cuidas de este
marinero que gobierna una barca sin destino y al que
amas desde el silencio.
¿Quieres conmigo iniciar una nueva vida, donde el mar 
y la montaña juntas van a estar?
Mis ojos se llenan de lágrimas, y me doy la vuelta para
posar mis manos alrededor de su cuello, mientras nos
besamos como el sol lo hace en el mar.

Ilesin 26/6/13