UN MOMENTO MÁGICO

UN MOMENTO MÁGICO

Poco me podía imaginar que aquella tarde de septiembre, cuando el verano empezaba
a despedirse, el destino me iba a proporcionar el regalo más hermoso que uno podía
esperar y que lleno mi alma y mi corazón de una emoción especial, mágica y sensacional.
Entre acantilados de belleza sin igual, allí donde el monte se besa de manera dulce y
natural con el mar, mi corazón sintió como tu energía me envolvía en un universo de amor.
Mientras yo permanecía embelesada en el trabajo de los hombres del mar, entre los cuales
estabas tu, mi bello dios, mi sol, la luz de mi corazón. Te vi con esmero preparar aquello
que necesitabas para ejercer tu trabajo con prudencia y dedicación, más poco me podía
imaginar que aquello que mis ojos apreciaban en realidad,era la mascara tras la cual se
escondía una hermosa sorpresa, que tu preparabas sin que yo lo pudiera sospechar.
Mientras por mi mente pasaban las imágenes sensuales de tu torso desnudo y forjado
por el trabajo de gobernar la nave en los mares tras los cuales todos buscáis la victoria.
Tu de forma inesperada apareciste de la nada, junto a mi, con esa sonrisa iluminada,
con tu transparente mirada y la calidez de las palabras germinadas en tu alma.
La ilusión se notaba brotar en las palabras que salían sin descanso por tu boca, y que mi
corazón sereno escuchaba y me hacían viajar a un universo de alegría sin igual.
Más que podía yo pedir si a mi lado tenía al dios de mis sueños, aquel que sin saberlo
me ha devuelto la vida, la esperanza y la alegría, pero tu presencia tenia un objetivo
especial, la entrega de una prenda particular, que llevaba tu esencia, tu olor a mar,
tu cariño especial y que yo tengo junto a mi para recordarte cuando tu no estas aquí,
y que me dice que aunque lejos de mi puedas estar, tu presencia es fuerte y singular,
que no hay nada que pueda alejar tu ser de mi alma soñadora, romántica y enamorada.
Aun guardo sobre mi piel aquellos besos tiernos que me diste antes de marcharte, a tu
lucha diaria y que aunque se que en ti se puede confiar, no hay día que no me encomiende
al ser superior, para que proteja tu ser, te de fuerzas y valor para enfrentarte a las olas,
que empujan la barca hacia un horizonte incierto, donde a veces se gana y en otras te
queda el sabor amargo de la decepción, pero que con el apoyo de todos lográis superar.
Mientras te veía marchar, mi alma estaba en su mundo personal, donde dentro de un espiral
de energía sin igual mi alma viajaba y tras el cual sentía como un aire de paz abrazaba mi ser.
Puedo soñar en que un día no muy lejano contigo volveré a estar, pero mientras espero ese
momento especial, me conformo con mirar tu imagen sonriente y con mi imaginación puedo
sentir que estas aquí cerca de mi, y siento en mi interior como se revive ese momento mágico,
que sin esperar me regalaste en aquel hermoso lugar.

Ilesin.3/10/13