MIERCOLES DE RELATO / OCULTANDO UNA REALIDAD

OCULTANDO UNA REALIDAD

A veces no es fácil ocultar quien eres en realidad, pero
por el bien de aquello que amas y llevas dentro de tu
corazón tomas decisiones que anulan tu voluntad, que
te hace sacrificar tu esencia, todo lo que un día te
enseño a ser fuerte, y con ciertas dotes para dar a los
demás aquello que necesitaban para sanar sus heridas,
físicas y espirituales.
Sin embargo en un mundo donde solo unos cuantos
tienen el poder, aquellos que tiene ese cierto don son
considerados enemigos y personas que se han de eliminar,
bajo acusaciones falsas y que cada vez más distan de la
realidad.
Yo soy una de esas mujeres que han sido acusadas de
utilizar armas que no pueden explicar, y que sin embargo
no son más que instrumentos que todo el mundo puede
tener y que la naturaleza con su inmenso poder nos pone
cerca de las manos para que podamos guarecer y
equilibrar los cuerpos que tras los excesos o desequilibrios
a que son sometidos, por  la falta de alimentos en que nos
vemos, para que otros puedan vivir a cuerpo de rey.
Sin embargo he de dar gracias a quien hoy comparte mi vida
por sacarme de esa barbarie y enseñarme que mis
conocimientos seguirán intactos en mi, que aunque ahora
oculte mi realidad, por lo menos aquellos a los que amo están
a salvo, y no han corrido  la suerte de otros en que siendo
inocentes los han lanzado al fuego purificador.
Bruja me llamaron , pobres ilusos!!!!, no saben que su
traducción es la de mujer sabia, sin embargo lo que les duele
en el fondo es que ellos no conocen ese poder, no son capaces
de sentir en su interior la fuerza de la tierra, del mar, del aire y
del fuego que nos nutre, nos limpia e inspira desde el interior
hasta el exterior.
En mi familia todas las mujeres hemos nacido con este don, sin
embargo yo soy incapaz de enseñar a mis hijas la tradición, tal
vez por que en mi interior todavía tengo muy vivas las heridas
que sufrí y no quiero que ellas se vean envueltas y sean
condenadas por ser seres de luz, de corazón libre y con la fuerza
del amor corriendo por sus venas haciendo que todo sea un poco
mejor, donde las palabras fluyen sin trabas y llegan a el alma de
aquellos que buscan un camino, una luz, la paz interior.
Hoy he dejado enterradas mis armas, ya no quiero utilizarlas más,
me siento observada, y ello hace que todavía siento la humillación,
las duras palabras en mi interior,donde poco a poco vas perdiendo
tu poder, saben juzgarte, sabes como causar miedo y al final
cedes a sus redes que sin darte cuenta han ido tejiendo a través de ti,
llevándote un infierno letal, donde en la oscuridad les es más fácil
trabajar y hacerte cambiar tu forma de pensar, de actuar y amar.
Todavía no se como logre salir,de esa oscura mazmorra en la cual
vivíamos y en la que el miedo no te dejaba dormir.
Solo recuerdo unos brazos fuertes cogerme y una suave voz
diciéndome al oído que nada tenia que temer que muy pronto saldría
de ese horrible lugar y junto a quienes amaba volvería a estar.
Me deje llevar tal vez por cansancio, tal vez por que deseaba morir
en paz y alejarme de toda aquella barbarie que sin freno cada vez
iba a más.
No se cuanto tiempo viajamos ni hacia donde nos dirigimos al fin,
solo se que un tiempo después me hallaba en una lugar donde pude
percibir después de mucho el primer rayo de sol bañando mi piel y
algo dentro de mi empezó a despertar, las lagrimas empezaron a
brotar era la libertad de estar de nuevo en contacto con todo
aquello que un día me dio fuerzas para luchar, para seguir creyendo
en mi.
Aquel ángel salvador, que jamas me dejo y que cuido en todo mi
viaje por la oscuridad interior, poco a poco fue ganadose mi confianza
y sobretodo mi amor, aunque para ello tuvo que enfrentarse a quienes
le dijeron que cometía un grave error, él no escucho a nadie, solo a
su corazón que le decía que nadie hace nada sin un motivo en su interior,
que él creía que todo era un error y que yo no era lo que decían, sino
que guardaba en mi interior la fuerza de los tiempos ancestrales donde
la mujeres eran las grandes sabias matronas que cuidaban de su
comunidad, que entregaban sus cuidados, y sabiduría a todos los que
las querían escuchar, pero con el paso del tiempo todo había degenerado
y queriendo cosechar ese poder, los seres humanos, anularon el poder
de la mujer degradandola a ser su sierva y no una compañera del camino
que todo debíamos de seguir.
Así el tiempo me mostró que no todos eran abusadores, ni maltratadores,
que también existía el amor incondicional que se entrega desde el alma
para unirse sin más a otra alma y junto elevarse a un universo bello y de luz.
Ilesin. 20/11/13