MIERCOLES DE RELATO / SUEÑOS DE LUZ

SUEÑOS DE LUZ

He llegado a la conclusión de que cuanto más pobres
somos más rica es nuestra imaginación.
Yo nací dentro de una familia de origen humilde y que
era considerada de bajo nivel, por lo tanto estábamos
excluidos de la sociedad que nos rodeaba .
En esos momentos en que no teníamos nada que llevarnos
a la boca y que sin saber salíamos a merodear por las calles
para intentar buscar comida, mi mente intentaba escapar
de su destino difícil y siempre me imagina a lomos de un
poderoso y bello caballo blanco que me llevaba por las
nubes hacia un lugar donde todo era posible, donde no
existía el dolor, ni el hambre, ni las diferencias en seres,
donde uno se nutria con pensar aquello que deseaba, donde
el frío tampoco existía aunque a veces yo me viera cerca
de una bella fogata que calentaba el alma y el corazón.
Tal vez por ello a pesar de pasar penurias, me sentía libre
y con una fuerza difícil de explicar, donde los sueños tenían
una luz especial, la luz de la esperanza y de que un día tal
vez todo podía cambiar.
Conforme nos hicimos mayores a pesar de que nuestro
cuerpo era frágil, la fortaleza de seguir viviendo nos mantenía
vivos, junto con la ilusión de encontrar una nueva mirada,
un nuevo horizonte que nos ayudara a salir de ese mundo
en muchas ocasiones cruel.
Así que un día tome la decisión de irme solo hacia las montañas,
el camino fue duro, pero a pesar de los obstáculos, de los ríos
que hube de pasar, donde mis pocas ropas mojadas me hacían
tiritar de frío, donde a veces eran tronco que actuaban como puentes
que ayudaban a cruzar grandes abismos, donde un pequeño fallo
podía ser fatal.
Mi empeño me hacia continuar por una senda empinada, donde a
veces era dar un paso hacia adelante y dos hacia atrás, pero ni coraje
me hacia seguir luchando por salir de mi pobreza, aunque nada tenia,
allí curiosamente me sentía rico, no tenia que luchar por un trozo de pan,
por que la naturaleza me entregaba miles de frutos que saciaban mi
estomago. Aprendí a cazar, a pescar y a buscar refugio y a realizar
esas fogatas que me calentaban y que hacían que mi mente se alimentara
de ilusiones, de sueños hermosos, donde siempre estaban mis bellos
caballos blancos que entre sus poderosos cuerpos me conducían a
lugares de ensueño, solo que un día después de mucho tiempo, esos
caballos se hicieron realidad, y entre sus hermosas crines encontré
mi camino, mi paz, mi lugar de serenidad, donde una atmósfera de amor
me rodeo y supe que había logrado alcanzar mi cima particular, ya nada
seria tristeza, ni vacío interior, por que había logrado llenar mi alma de luz,
y recordé cada uno de los sueños que en la vida había generado y que
ahora cabalgaban a mi lado para decirme que los sueños de luz, llega
un día en que se hace realidad.

Ilesin 8/1/14