martes, 11 de marzo de 2014
MIERCOLES DE RELATO / LA TIRADORA DE CARTAS
LA TIRADORA DE CARTAS
Cuantas veces había pasado cerca de aquel callejón oscuro
y misterioso, donde se agrupaban todas las artes misteriosas
que unos cuantos seres utilizaban para leer,guarecer y mil
y una cosas más la vida de quienes acudían a ellas en busca
de luz, esperanza y respuestas.
Sin embargo nunca sabes que te va a deparar la vida y mejor
seria que todos tuviéramos en nuestro interior la prudencia
de no criticar o hablar de aquello que no sabemos, por tal vez
el destino caprichoso nos pone en el camino ciertas señales
que nos conducen de manera imprevisible hacia aquello que
siempre habíamos querido tener lejos, más por miedo e
incomprensión.
La tarde en que mi destino empezó a cambiar, todavía la tengo
muy fresca en mi mente, las nubes empezaban a enturbiar el
cielo por el horizonte, mientras una suave brisa se levantaba
presagiando que en cualquier momento esa nubes iban a
descargar su contenido en forma de lluvia primaveral, tan fugaz
como imprevisible.
Lo que iba a ser un día tranquilo de campo, se tornó en un sin
fin de prisas para recoger las cosas y montar en el carruaje,
con la esperanza de llegar a casa antes de que la lluvia hiciera
acto de presencia, sin embargo nunca he sido muy buena a la
hora de calcular la previsión del tiempo y una fuerte tormenta
se generó en mitad de nuestro camino, invitándonos a buscar
refugio en una pequeña taberna que encontramos.
Entramos entre prisas y risas, mientras el tabernero nos ofrecía
un vino caliente para recuperarnos de la fría lluvia que nos había
mojado ligeramente las ropas.
Mientras estábamos sentadas frente la lumbre de la chimenea,
una joven gitana se nos acercó para leernos la buenaventura,
mis amigas no lo duraron mucho en dejar que la joven les
contara todo lo que según ella veía, yo sin embargo me mantenía
a la expectativa, no lograba averiguar si aquello que hacían era
verdad o producto de una poderosa imaginación, con el fin de
sacar algo de dinero con el que mantenerse.
Pasado un tiempo que no puedo calcular, la joven se dirigió hacia
mi persona, yo antes que me dijera algo, le dije que prefería no
averiguar que me aguardaba el futuro, sin embargo mis amigas
insistían en que era como un juego que no pasaba nada, que así
pasaba más rápido el tiempo mientras esperábamos que el tiempo
escampara y volviera la tranquilidad. A pesar de que en mi interior
no las tenia todas conmigo, al final cedí a sus ruegos y la joven,
de ojos penetrantes, me cogió la mano y mientras observaba sin
decir nada mi mano, en mi corazón los latidos eran rápidos y casi
desincronizados, debido a la tensión que había en mí.
Después de un silencio inquietante, la muchacha me dijo que en mi
vida me esperaban unas duras pruebas que solo la fuerza poderosa
del amor podía solventar, pero que no debía de juzgar las apariencias,
porque eso era cerrar las puertas a un destino hermoso que al final
me esperaba, que de mi dependía que la senda de mi vida fuera de un
color hermoso y armonioso o por el contrario podía llevar un sendero
de tristeza y desesperación.
Tras eso calló y me devolvió mi mano, mis amigas al igual que yo
misma guardamos silencio, ellas pagaron a la muchacha, que
desapareció poco después. Casi sin tiempo para nada más todas
nos levantamos y sin ni si quiera mirar el tiempo salimos fuera para
subir a nuestro carruaje y en completo silencio realizar el resto del
camino, solo cuando ya estábamos cerca de la casa, una de ellas me
dijo no te obsesiones, no siempre dicen la verdad y más si antes les
muestras distancia, es como si quisieran vengarse y por ello dicen
esas cosas que te dejan asustado, pero tu no te preocupes que ya
veras como nada de eso ocurrirá. Yo sin embargo tenia la impresión
de que lo que esa muchacha había dicho no distaba mucho de la
realidad.
Sin embargo no dije nada, me lo guarde para mi misma, esperando
que el tiempo mostrase su verdad.
La vida fue transcurriendo, lenta y paulatinamente, mientras por ella
circulaban todo tipo de experiencias, sin embargo ninguna llegaba a
llenarme del todo y fui cayendo en un profundo abismo de inseguridad,
de nostalgia y que solo hacia crecer en mi las ganas de cambiar, pero
sin lograr ver claro hacia donde esto me iba a conducir.
Un día mientras caminaba por uno de los senderos que conducían a mi
casa, empece a pensar que tal vez mi destino estaba fuera de ese lugar,
que debía de volar hacia otros lares, donde tal vez me pudiera realizar.
Así que armándome de valor, empece a recoger mis cosas y mientras
en mi mente empece a pensar donde me podía dirigir, cual era el lugar
donde deseaba ir y que podía realizar una vez allí me pudiera establecer.
Cuando por fin las dudas se disiparon, salí segura de mi camino y
mientras daba un última mirada a todo aquello que hasta ese momento
había sido mi vida, empecé a caminar por un sendero familiar que ahora
dejaba atrás, quien sabe si para iniciar una etapa mejor o si por el
contrario acabaría arrepentiendome de la acción realizada.
Después de un largo viaje por fin llegue a esa pequeña aldea donde
estaba dispuesta a iniciar una una vida lejos de todo lo conocido y a la
espera de encontrar en mi una esperanza, una motivación para luchar,
sin embargo ningún inicio es fácil, y tras un tiempo de penuria y soledad,
poco a poco, empece a establecerme en el nuevo lugar.
Muchas veces cuando me dirigió al mercado, donde trabajaba en la venta
de verduras y hortalizas, me encontraba con muchos jóvenes que soñaban
que triunfaban en sus hazañas y que regresaban como héroes anónimos.
Un día mientras recogía la parada, un ladronzuelo me amenazó con un
enorme cuchillo mientras me exigía que le entregara el dinero obtenido,
yo aunque asustada, intente defenderme negándome a entregarle lo que
con tanto esfuerzo había conseguido y que el pan de mis días.
De pronto y sin saber muy bien de donde salia, una figura alta y esbelta,
golpeo en un costado al ladronzuelo haciéndole caer, mientras con una
agilidad extraordinaria le recogía del suelo por la camisa y le hacia jurar
irse y no volver por esos lugares. El muchacho se marchó corriendo
después que le hubieran dejado libre, sin dar una mirada atrás.
El hombre que me había ayudado se dirigió a mi, con voz serena, para
preguntarme si estaba bien y si me había dañado, a lo que yo conteste
que no estaba lastimada y que gracias a su ayuda nada había pasado,
que solo estaba asustada, y acabe de recoger las cosas mientras el
daba ordenes para que me ayudaran a trasladar las cosas hasta el
almacén y una vez realizado, me dijo que me acompañaba hasta mi casa,
yo muerta de vergüenza le dije que no era necesario que ya había echo
mucho por mi, pero él insistió y de esta manera inicie mi camino hacia
el lúgubre lugar donde mis huesos reposaban, con la mirada fija en lo
que tenia delante y sin mirarle.
Cuando llegue al oscuro callejón, le dije que ya podía estar tranquilo que
ya había llegado a mi hogar que podía irse tranquilo, sus ojos repasaron
cada rincón del lugar y sin más dio unos cuantos pasos hacia adelante
adentrándose en el callejón observándolo todo, hasta llegar a la única
puerta que había, girándose y preguntando si allí vivía. Yo solo puede
asentir con la cabeza y sin decir nada más puso la mano en el pomo
de la puerta haciéndola girar y abriéndose sin más, y sin decir nada
penetró en la estancia, observando ese lugar triste y oscuro que era mi
hogar, yo que poco a poco me había ido acercando, también entre en ella
mientras por mi mente intentaba buscar miles de palabras que parecieran
coherentes para explicar por que vivía allí. Sin embargo él no dijo nada,
solo me miró, y sonrió diciendo que pronto nos volveríamos a ver, que
todo ese mundo lúgubre donde ahora vivía iba a desaparecer muy pronto.
Sin decir nada más se despidió y salió de la estancia.
Yo que no entendía nada, me quede en silencio y casi a oscuras, ya que no
había encendido aún el farol que me iluminaba. Pasada la sorpresa de todo
lo que me acaba de suceder, cerré la puerta y me dispuse a prepararme algo
para comer, mientras por mi mente aún sonaban las palabras del misterioso
hombre que me había ayudado.
Después de aquel incidente, yo seguí realizando mi vida, sin pensar más ello
pero el destino estaba trabajando y un día al finalizar mi tarea, un muchacho
joven me esperaba y un poco aturdido me dijo que su señor le había mandado
para recogerme a mi y mis pertenencias para trasladarme a un hogar mucho
mejor, yo que estaba sorprendida por lo que estaba oyendo, le dije que no era
necesario que le dijera a su señor que yo ya estaba acostumbrada a vivir así,
que le agradecía su generosidad, pero que no se preocupara más por mi.
Sin embargo el muchacho tenia la orden bien aprendida y me acompañó hasta
mi hogar y la sorpresa fue que el hombre misterioso ya estaba allí esperándonos.
Al verle mi cara fue de tal sorpresa que el se puso a regir divertido, mientras me
decía que ya sabia que yo me negaría y que el muchacho aunque no cedería en
su empeño, mejor seria que el apareciera por allí.
Mientras el hablaba, el muchacho ya había recogido mis pocas cosas y casi
sin darme cuenta, estaba entrando en una hermosa casa con un jardín repleto
de flores de colores.
Una vez dentro de la casa, el hombre me enseñó cada una de las estancias que
allí habían y que a partir de ese momento se iban a transformar en mi hogar.
Cuando penetre en la que iba a ser mi habitación, sobre la cama había un sin
fin de vestido a cual más hermosos, así que sin pensarlo mucho y a pesar de
mi inquietud interior, algo me hacia sentir seguridad en su manera de actuar,
como si le conociera de mucho tiempo atrás y sin embargo nada de eso era
realidad. Después de asearme y arreglarme, me mire al espejo que allí había,
hacia tanto tiempo que no tenia un espejo que había olvidado cual era mi reflejo,
y ahora era para mi misma una perfecta desconocida.
Tras un largo tiempo en el que intente asumir todo lo que estaba ocurriendo,
salí de la habitación, para dirigirme al lugar donde se hallaba el hombre que por
alguna extraña razón me estaba sacando de un pozo negro y sin salida en el
que creía que viviría por siempre.
Cuando entre en el enorme salón, que iluminado por la suave luz del atardecer,
daba la sensación de pertenecer a otra dimensión, él se giró y con una bella
sonrisa se dirigió hacia a mi y con un gesto dulce y gentil me cogió mi trabajada
mano mientras la besaba y me acompañaba hasta un rincón del salón donde
un enorme ventanal, desde donde la puesta del sol era realmente especial y
mágica.
Allí fue cuando me contó por que estaba haciendo todo eso por mi, pude poner
nombre a mi salvador y entender que cuando el destino trabaja para que aquello
que soñamos un día sin más se haga realidad.
La vida no había sido justa para ninguno de los dos, sin embargo en sus paseos
matinales, había observado cada paso que yo había realizado durante esos años
y poco a poco se fue enamorando de la belleza del ser, que estaba en mi y cuando
aquella tarde sin que lo tuviera previsto pasó por el mercado y vio como me iban
asaltar su corazón le hizo actuar y entender que aquel era el momento de poner
las cartas en la mesa y sacarme de allí, que entendía que yo pudiera estar alerta
y que no esperaba que yo cayera rendida a sus pies, que solo el tiempo marcaría
si aquel gesto llegaría a más o sencillamente en una bella amistad podía quedar.
De esta manera inicie una nueva vida donde, volví a sentir la fuerza de seguir
aprendiendo, donde intentaba ayudar a mi bello compañero que tanto amor me
entregaba sin esperar más que el tiempo pusiera las cosas en su lugar.
Un día me dijo que por un tiempo se tenia que ausentar pero estuviera tranquila
que así que hubiera terminado su labor volvería a mi lado.
Reconozco que cuando se fue mi alma se quedo vacía y en ese instante empece
a descubrir que le empezaba a ver de diferente manera, que mi corazón necesitaba
su calidez y que mi alma extrañaba su luz que al igual que el sol iluminaba mi vida,
dándole una razón para seguir caminando por la senda del amor.
El tiempo que debería de ser tranquilo y corto, empezó a pasar y en mi mente
empezaron a pasar miles de imágenes oscuras de temor, de que algo le hubiera
pasado y fue entonces que recordé, que cerca del mercado había un lugar oscuro
donde se podían encontrar las mujeres que leían el futuro, ya fuera a través de
las lineas de la mano, en la lectura de las cartas o en el fondo de la bola de cristal.
Aunque el miedo estaba dentro de mi, necesitaba averiguar que le había pasado,
si volvería o si en realidad todo había sido una mala jugada del destino.
Así que armándome de valor, salí dispuesta a llegar al oscuro callejón y allí
donde la intuición me guiara entraría y preguntaría.
Cuando entre en el callejón sentía el latido de mi corazón en la garganta, tan
fuerte que crea que se me saldría por la boca, sin embargo respire e intente
tranquilizarme y sin pensarlo entre en una de las casas, donde una mujer de
mediana edad me invito a sentarme delante suyo y después de preguntarme
cual era la causa de mi visita, empezó a extender un buen numero de cartas,
delante de mi mientras yo escogía las cartas en el número que ella me indicaba,
tras lo cual me dijo que el volvería, pero que debía de ser fuerte y no perder
la paciencia ni dejar que el amor que había se esfumara como el humo, que
todo era una dura prueba del destino, y que al final la vida me entregaría el
premio tan esperado y un sin fin de cosas más me dijo, cosas que me habían
pasado y que nadie sabia , lo que me hizo sentir que eran mujeres sabias, con
un extraño don y que en realidad querían ayudar, aunque también había muchas
que se aprovechaban de las situaciones desesperadas para sacar todo lo
máximo de quienes necesitaban seguir creyendo.
Yo salí esperanzara y volví a casa, deseando que así fuera, que el tiempo pasara
y que el regresara sin ningún problema.
Realmente el tiempo fue pasando, y aunque a veces mi animo se rompía, me
obligaba a mi misma a guardar la ilusión de que muy pronto el volvería como
me había dicho y me envolvía en los muchos quehaceres que habían en la casa,
para mantener la mente ocupada.
Un día mientras estaba adquiriendo productos en el mercado, se me acercó
la mujer de las cartas y con una enorme sonrisa, me dijo que veía tras de mi
un sol poderoso y que aquello que yo deseaba estaba regresando a casa,
que una nueva vida brillaba en el horizonte, que mi prueba se hallaba al final del
camino y que el premio a mi fidelidad seria tan hermoso como el sol que me
envolvía. Después se marcho dejándome con miles de preguntas en mi boca,
que no tuvieron respuesta.
Pero tal y como me había dicho la mujer, mi bello salvador, regreso, aunque
más delgado y débil, debido a una larga enfermedad, mi corazón estaba
radiante como un bello sol y realmente mi vida cambio, por yo misma había
cambiado había aprendido amar en silencio a quien una vez me había salvado,
y que ahora me ofrecía un mundo de hermosas posibilidades.
Un día le conté todo lo que la mujer me había dicho y juntos fuimos a verla,
sin embargo ella parecía no haber existido nunca en ese rincón de la aldea.
Llegamos a la conclusión de que el destino me había puesto delante mio
en forma de una tiradora de cartas la fuerza para cumplir con mi destino.
Ilesin. 12/3/14
Mi Niña hermosa, me he metido dentro de la historia.
ResponderEliminarComo así me gustaría que fuera la realidad, la fuerza está en nosotros, y el señor que nos cuida proteje y guía tambien, ese es nuestro mundo interno, que es maravilloso.
El mundo externo es diferente, muchas veces buscamos respuestas a nuestras preguntas, y las llevamos dentro, pero tan escondidas, que no siempre las entramos, un bello final, que así sea en el mundo físico, aunque no es el verdaderamente real.
Un abrazo grande.
Ambar
Mi querida Ambar aunque a veces nos cueste de asimilar el destino es algo que nosotros no gobernamos pero aquello que vivimis en la mayoria de las ocasiones es el fruto de nuestros pensamientos y acciones. Da amor y tendras amor.
EliminarBesos
hoy nos has ofrecido un capitulo de novela,llena de detalles y descripciones, con desenlace feliz. Un abrazo
ResponderEliminarJajaja tienes razon querida Ester la inspiracion es asi empiezas y no sabes donde acabara. Me alegro de que te gustara.
EliminarGracias por dejar tu luz en este espacio.
Besos.
La vida se da sus mañas para ponernos a prueba y mostrarnos el camino correcto.
ResponderEliminarAbrazos.
Tu lo has dicho muy bien la vida se las apaña muy bien para mostrarnos aquello que necesitamos aprender, aunque no siempre sepa bien.
EliminarBesos
La vida tiene sus diferentes maneras para llevarnos a nuestro verdadero destino.
ResponderEliminarMe encanto el relato, por momentos me metí en tu historia.
Precioso!!
Cariños..
Muchas gracias querida Oriana por tus palabras. Me alegro que te sintieras parte de la historia y es verdad que nunca sabes por que camino la vida nos conduce inexorablemente a nuestro destino.
EliminarBesos
La vida debería tener una final así para todos.
ResponderEliminarQue el destino nos llene de felicidad.
Besos.
Aunque te cueste de creer asi es la vida genera multitud de movimientos invisibles que nos conducen a destinos que a veces ni creiamos se pudieran hacer realidad. Manten firme tu esperanza y un bello futuro te espera.
EliminarBesos
Un cuento sorprendente y mágico. Me ha dejado encantado ese final misterioso...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
Muchas gracias mi querido Jose tus palabras hacen que una siga queriendo buscar nuevas inspiraciones.
EliminarBesos.
preciosa historia, lleno de luz y fantasía. y es que la vida, a veces es... un misterio. besos.
ResponderEliminarAsi es querido Antonio la vida en si misma es un autentico misterio del cual no se sabe cual va ser el resultado final.
EliminarBesos y muchas gracias por tus bellas palabras.
Dicen que que las casualidades no existen. Pero el destino a veces te lleva por caminos diferentes de los que tu quisieras. Al final si eres coherente termina saliendo el sol.
ResponderEliminarBss
Asi es querida Katy el destino tiene escrito para cada uno de nosotros un libro en el cual esta escrita nuestra historia personal que nosotros evidentemente no sabemos donde nos conducira.
EliminarBesos y gracias por seguir dejando tu huella en forma de bellas palabras.
Bonito relato cargad de mágicos presagios donde el destino al fin lo decide la protagonista, aunque para ello hubiese de encontrar en su camino, esa misteriosa echadora lectora de las líneas de la vida.
ResponderEliminarPrecioso de veras,
Un beso.
Muchas gracias querida Marinel por este hermoso comentario.
EliminarBesos
hola illesin,una buena experiencia con la giatana amiga,muchas veces cuesta creer en estas cosas pero hay gente que con solo mirarte a los ojos ya sabe todo de ti,lo he comprobado algunas veces y me han dejado de piedra,creer o reventar.
ResponderEliminarte dejo besitos y gracias por compartir esta bella historia.
feliz fin de semana!!!!!!
Muchas gracias mi querida Sony por tu comentario, y si es verdad que hay gente que realmente sabe mucho y tiene un verdadero don en si misma.
Eliminarbesos