martes, 1 de abril de 2014

MIÉRCOLES DE RELATO / EN LOS CAMPOS DE TE


EN LOS CAMPOS DE TE

En algunas ocasiones la vida nos enseña su parte más dura
y menos bella , tal vez es justo en ese momento en que
aprendemos a luchar contra nuestras dudas, nuestros
miedos y contra la fragilidad de un ser que viendo, como
todo aquello por lo que soñó esta lejos de su realidad.
Ante todo me presentaré, mi nombre es Nidia y sobrevivo
en el mundo trabajando en el campo como recolectora de
té, un trabajo duro y en el cual las horas pasan sin descanso
de sol a sol.
No tendría por que quejarme muchos quisieran estar en mi
lugar, y poder decir que tienen un techo que les cobija en
días de llovizna, que cala hasta los huesos y de allí no lo puedes
sacar, o la tranquilidad de comer un plato caliente en la noche,
cuando llegas cansada y no puedes más, eso te reconforta y
te da fuerzas para seguir luchando un día más.
Sin embargo algunas veces desearía tener una vida diferente,
donde pudiera sentir esa libertad de pasear por las laderas
verdes que nos rodean en nuestro habitual quehacer y poder
disfrutar del murmullo del río que fuerte nos grita no cedáis
que en vuestro empeño esta la magia del alma y el saber que
un día os iluminará.
Sin embargo hay momentos en que todo se hace difícil de llevar,
todo se muestra oscuro y lejos de la realidad y sentimos que
el vacío nos envuelve dejando a el alma fría y sin voluntad.
Mientras estoy en mi cama pienso en todo lo que ha pasado
durante el día y que suele pasar desapercibido, en medio del
trabajo delicado que realizamos y que tiene su arte ya que hay
que tener un sexto sentido para visualizar cual de los muchos
brotes tiernos esta en el momento idóneo para ser recolectado
y tener la delicadeza de recogerlo con las yemas de los dedos,
sin romper un trozo más del que es necesario,para dar ese
aroma intenso y fresco. Es como una comunicación especial
entre tu y la planta que te transmite su esencia y energía.
Si miras con calma todo lo que te rodea te das cuenta de que
en realidad eres una privilegiada, ya que en medio de ese
inmenso campo verde, donde no se oye nada salvo el canto
de algún pájaro, o el rumor lejano de una tormenta que
lleva esa beneficiosa agua y que el viento que la acompaña
hace que el calor sofocante que a veces sufrimos sea un poco
más llevadero.
Sin embargo cuando reflexionas te das cuenta de que a pesar
de todas esas cosas, estas siendo un esclavo de la vida, donde
no tienes ilusiones ni sueños, donde todo esta inmerso en una
gran rutina de movimientos que nos hacen ver pasar los días,
los meses y los años sin que apenas nos demos cuenta.
No hay espacio para el amor, para el aprendizaje y en esa
gran ignorancia, te vas haciendo mayor , mientras tu mente se
va adaptando a ello casi sin esfuerzo.
Sin embargo nunca sabes que te tiene el destino preparado y
un día sin más ves que todo aquello que era tu seguridad
desaparece en la nada y te ves desnuda ante una vida que no
sabes como vivir.
En una de esas tardes de tormenta primaveral, donde de lejos
se empezaron a oír el rumor de los relámpagos, nos dieron la
orden de volver al campamento y dejar de recoger, ya que la
tormenta se avecinaba fuerte. Y así fue los relámpagos caían
sin cesar uno de tras de otro, sin que ni una sola gota de lluvia
hiciera acto de presencia, de pronto alguien de la voz de alerta,
un relámpago había caído en uno de los campos de te y había
prendido cerca de unos árboles secos y el fuego avanzaba
rápido por el campo ayudado por la fuertes ráfagas de viento,
los hombres salieron rápidos montando en los vehículos, para
intentar sofocar el fuego y que no fuera pasando de un campo
a otro, pero todo fue inútil, de la noche al día todo lo que hasta
ese momento había sido un bello tapiz verde, ahora era gris y
nada quedaba de la inmensa plantación.
Mientras escuchábamos todo lo que había ocurrido, en nuestras
mentes no podíamos creer lo que nos contaban quienes habían
estado allí, que seria de nosotros...... todo parecía estar en otro
espacio tiempo, nada de lo que se escuchaba era procesado
por nuestra mente, era como estar en mitad de una pesadilla, de
la cual querías despertad y ver que nada de eso podía ser verdad.
Pero la realidad era otra y el paisaje en la mañana siguiente era
desolador nada quedaba de aquel manto verde, donde uno estaba
en silencio consigo mismo.
El derrumbe fue general y fue en ese preciso instante que todos
fuimos conscientes de que nada más sabíamos hacer, que nuestro
cuerpo estaba echo al duro trabajo y que ahora en esa distensión,
no hallaba el descanso, sino que el dolor en las articulaciones, nos
hacia ver la cruda realidad de la deformidad de nuestras articulaciones
que día tras día estaban expuestas a la dura tarea de una posición que
no era natural y que sin embargo con los años se adapta, hasta llegar
a un punto donde el dolor no existe, mientras trabajes.
Muchos miraban el entorno que era su hogar y lloraban por que no
sabían si quedarse o marcharse a otro lugar, donde deberían de
empezar de nuevo, con la salvedad de que ya no eran jóvenes y pocas
posibilidades tenían de conseguir trabajo en otra plantación.
Pero tampoco podía volver a sus orígenes, ya que habían llegado de
muy jóvenes después de abandonar poblados y familia y ya nada les
quedaba, más que su dignidad.
Quienes nos habían dado la oportunidad de trabajar de sentirnos útiles
en una sociedad, nos dieron la libertad para ir a buscar de nuevo un hogar,
un lugar donde trabajar y seguir avanzando en nuestra evolución personal,
sin embargo muchos de los que ya no tenían fuerzas para salir a buscar un
nuevo horizonte en su divagar en la vida, pidieron quedarse en la finca e
intentar volver a recuperar el esplendor de los campos verdes que un día
tuvieron los que ahora quemados se observaban. Yo fui una de ellos no
me quería ir de aquel lugar que consideraba mi hogar y en esa unión fue
que descubrimos todos que nadie era dueño, ni trabajador, que todos
queríamos salir, prosperar y volver a sentir la seguridad de un hogar.
Aquel incendio sirvió para que los dueños de la plantación nos vieran
como uno más de los suyos, el trato cambio, las pequeñas casa donde
vivíamos se transformaron y se permitió a los casados vivir en solitario,
en casas unifamiliares mientras que los solteros o viudos pudimos tener
nuestro espacio y compartir espacios con otros para mitigar la soledad,
las horas de trabajo se modificaron, ya no se trabajo de sol a sol, sino
que se tuvieron en cuenta muchas razones particulares de cada persona,
y los propios propietarios se pusieron a trabajar codo a codo con nosotros,
haciendo que todos sintiéramos nuevos aires.
El trabajo de renovación sirvo para dar a los campos un nuevo esplendor,
las cenizas se convirtieron en un poderoso fertilizante que hicieron de las
plantas del te cogieran una fuerza especial y la fama del te de la plantación
fue tan grande que todos prosperamos y muchos de los que habitan tenido
que marchar volvieron a trabajar.
También mi vida cambio ya que durante el tiempo en que se repararon los
campos todos nos fuimos descubriendo como eramos en nuestro interior,
y yo descubrí que también tenia una alma buena que me entrego su fuerza
y amor, en unos hermosos campos de te, donde entre verdes brotes, nacio
el cariño, el respeto y la comunicación.

Ilesin 2/4/14



16 comentarios:

  1. A veces no es lo que tenemos, es lo que somos.La imagen es bellisima. Abrazos

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    1. Asi es mi querida Ester no es lo que tenemos sino quienes somos en nuestro interior que nos hace ver y tener la vida mejor.
      Besos

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  2. Que tú tienes un alma buena es más que evidente.

    Besos.

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    1. Muchas gracias mi querido Toro por este bello halago que me llena el alma.
      Besos.

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  3. Un terrible suceso para un vital cambio al unísono...
    Que bonito si fuese cierto en este mundo individualista y egocéntrico!
    La bondad está en ti, preciosa Ilesin. Que no te falte nunca.
    Besos.

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    1. Muchas veces un suceso duro es el desencadenante de un cambio radical.
      Besos.

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  4. Muy bello relato querida amiga hermosa imagen de la plantación de te uno nunca imagina que para que llegue algo a nosotros otros tienen que hacer un gran sacrificio bella entrada como siempre amiga.

    Besos y cariños que tengas un hermoso día.

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    1. Es verdad que quien algo quiere sus sacrificios le cuesta, pero tal vez por ello se valoran mucho mas.
      Besos de luz mi querida Gladys

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  5. maravilloso relato, la protagonista sumisa y aceptando su condicion y luego de un fenomeno imprevisto tomo la decison de quedarse, y lograr mejorar sus condiciones de vida y trabajo
    Abrazos

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    1. Mi querida Lapislazuli en la vida nunca sabemos que nos tiene deparado el destino y a veces una decision se transforma en un cambio trascendental y positivo.
      Besos

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  6. Un fin y un hermoso comienzo. Precioso relato, que describe lo que sucede muy a menudo en la vida cotidiana.

    Besitos de luz mi hadita de luz

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    1. Muchas gracias mi querida hadita, me alegro que te haya gustado.
      Besos de luz

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  7. Como siempre es un placer leerte
    Besos

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  8. Llesin, nos dejas un relato de vida y esperanza...Podriamos decir: no hay mal que por bien no venga en este caso...Las pruebas, las piedras y los problemas nos sirven para superarnos, sin duda y asi fue en tu historia...Preciso relato, amiga.
    Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer.
    M.Jesús

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    1. Muchas gracias mi querida Mª Jesús por tus hermosas palabras, que llegan a mi alma y hacen que esto tenga sentido.
      Besos

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