MIERCOLES DE RELATO / CUANDO EL DESTINO ES EL AMOR

CUANDO EL DESTINO ES EL AMOR

Crecí sin saber mucho que quien era en realidad, ni cual era
mi verdadero linaje, solo sabia de habia nacido en Occitania
y que mi nombre era Elaine, sin embargo desde el preciso
momento en que llegue a esta vida no habia tenido un hogar
propio, habia ido pasando por multitud de sitios donde las
nodrizas y ciertas mujeres me cuidaban y protegian sin más.
Cuando tenia seis años, inicie un nuevo viaje hacia lo que
por fin iba a ser un hogar.
Mi llegada al castillo de Queribus, fue un poco extraña, ya
que la subida hasta la entrada principal era dura sobretodo
para una niña de corta edad, sin embargo me fascinaba la
vista que desde alli se apreciaba.
Así que entramos en su interior, nos salio a recibirnos un
muchacho de unos doce años que indico que el señor del
castillo aguardaba a mi acompañante, mientras el chico
se quedaba a mi lado.
El intento ser amable conmigo sin embargo, yo no estaba
acostumbrada a ello y me puse a la defensiva, él se reía
ante mi postura, sin embargo no parecía importarle, ya
que no paraba de hacer preguntas que naturalmente yo
no quería contestar.
Después de cierta espera el señor del castillo salio a recibirme
y ordeno al joven muchacho que me acompañara hasta la
que iba a ser mi hogar y mis aposentos.
Durante el trayecto hasta el ala del castillo donde estaba
situada mi habitación el muchacho seguía tratando de hacerse
mi amigo, pero yo que hasta ese momento solo había convivido
con adultos, la sola presencia de alguien más joven me hacia
sentir incomoda. Sin embargo sabia que debía de acostumbrarme
y me quede con su nombre ya que sabia que seguramente tendría
muchas cosas que compartir con el, ya que el muchacho al igual
que yo era un protegido del señor del castillo.
Crean que así se llamaba, no solo me indico mi habitación, sino
que se encargó de enseñarme las demás estancias del castillo
por los cuales yo podía circular libremente.
El tiempo fue pasando y mi estatus fue cambiando, ya que descubrí
que todos me trataban con respeto, ya que por parte de mi padre,
era de sangre noble y todos me llamaba Lady Elaine.
A pesar de recibir educación de todo tipo, por mi parte me dedique
a observar como Crean aprendía a manejar las armas y yo aprendí
igual hasta que un día el me descubrió y me reto sin contar que
le podía desarmar y le deje una herida en la mano que siempre
fue un recuerdo para él.
Los años pasaban y ambos crecíamos, y nos queríamos como
hermanos, pero el destino hizo que cuando el llego a los dieciocho
años su visión de mi persona cambiara y que yo también le empezara
a ver como un joven hermoso y protector.
El señor del castillo le advirtió que eso no debía de pasar que yo
no era para él, sin embargo ninguno de los dos, hicimos caso, ya
que no había razones aparentes para que ello no pudiera pasar.
Así fue como luchamos contra todo y el día en que yo cumplí los
dieciséis años nos escapamos del castillo y buscamos a un monje
Cataro que conocíamos desde hacia tiempo que nos casó en secreto.
Después seguimos camino para intentar llegar lo más lejos posible
y que nadie nos pudiera encontrar. Sin embargo eso no fue así y el
ejercito del señor de Queribus nos encontró y nos separó.
A él lo apresaron y se lo llevaron mientras luchaba por deshacerse
de sus adversarios y rescatarme, yo por mi parte poco recuerdo
alguien me puso algo que me hizo perder la consciencia y cuando
la volví a recuperar ya estaba en el interior de un barco rumbo quien
sabia a donde.
Durante mi travesía mi tristeza fue en aumento y más cuando alguien
se encargó de decirme que mi amado esposo había muerto luchando
por buscarme incansable contra todo y todos.
Solo me mitigo algo la pena el sospechar que fruto de nuestro amor
una semilla germinaba en mi interior, que evidentemente trate de
ocultar.
Cuando llegue al lugar donde se suponía que iba a ser mi nuevo hogar,
mi nuevo protector estaba fuera y su esposa no fue muy amable conmigo,
ya que me vio como una rival .
Al cabo de unos días llego el Conde de Salerno y escucho todo que hasta
ese momento me había acontecido, y me explico que ahora todo seria
muy diferente que estaba bajo su protección que detrás de él estaba
la sombra de quien había sido mi padre, que había dejado ordenes muy
concretas para que yo no sufriera ningún daño y que todo estaba
preparado para cuando yo quisiera poder trasladarme a la tierra de mis
ancestros por parte de mi padre para ocuparme del legado y vivir una
vida sin alteraciones. Sin embargo y debido a lo que todavía no había
llegado ( mis hijos) el me aconsejo que allí permaneciera hasta que
tanto yo como ellos estuviéramos preparados para ello.
Mientras me hallaba en mi dulce espera, el Conde me permitió seguir
aprendiendo en muchos aspectos y cuando se acerco el tiempo en
que debía de dar a luz, me traslade a un cercano monasterio, donde
puede hallar la paz para que todo fuera lo más normal posible, aunque
el dolor de mi alma no se cerró, ni tras el nacimiento de mis dos hijos,
un hermoso niño al que llame Bryan como mi fallecido Padre y una bella
niña a la que puse el nombre de la madre de mi amado Crean, Alaizane.
Para que la Condesa no sospechara nada, de la presencia de mis hijos,
yo seguí haciendo mi vida normal, y eduque a mis hijos como si fueran
hijos de los sirvientes, aunque ellos sabían la verdad de su linaje.
Los años fueron pasando, y con ello vi como todo podía cambiar de
nuevo sin yo quererlo, el Conde murió, durante uno de sus viajes y la
Condesa aunque nada podía hacerme, se mostraba intransigente conmigo
siempre que podía.
Un día por eso el destino quiso que aquello que los hombres quisieron
acallar surgiera de la nada , aunque a mi me produjo un desasosiego en el
alma.
Un tarde de Agosto, vi atracar en el puerto una nave desconocida de la cual
bajaron tres hombres caballeros de la orden del Temple, que guardaban
una misión secreta y que custodiaban a unos niños que debían de ser
trasladados a un lugar seguro y que mientras esperaban allí permanecerían.
Yo sin dar demasiada importancia seguí con mi vida, sin embargo la Condesa
hizo que todos lo que allí convivíamos, nos presentáramos a los recién llegados,
y así fue como ella nos fue presentando hasta que al llegar a mi persona, mis
ojos se abrieron de par en par al escuchar un nombre Crean Bourian, en mi
interior no podía creer que aquello fuera verdad, pero al mirar su cara y ver
su expresión de sorpresa, me dí cuenta de que el destino es cruel, pero sabio
y devuelve al camino a quienes forman parte de nuestra vida.
Mi amado esposo estaba allí firme en su rincón con sus ojos fijos en mi, y sin
embargo ninguno de los dos dijimos nada que pudiera delatar quien eramos
en realidad.
Al caer la noche y cuando me dirigía a mi casa, vi su figura esperando en el
patio cerca de los árboles. Cuando percibió me presencia aguardo un instante
y mirando a su alrededor, se acercó de manera tímida.
-Elaine ¿Eres tu?
-Crean creo que ambos estamos en la misma situación, en la que no sabemos
si lo que vemos es real o una mala pasada del destino.-Dije mirándole
firmemente.
Por mis ojos rodaban lagrimas de alegría y tristeza a la vez, ya que aunque
tenia delante al amor de mi vida, sabia que ya nunca más le tendría a mi lado.
-Elaine hay tantas cosas que contar, pero hoy no quiero levantar sospechas.
-Lo entiendo, Crean no te preocupes, cuando tu creas aquí estaré
esperándote.
Le dije mientras le indicaba donde tenia mi casa.
Solo entonces se acercó y rozando su mano en mi cara, me dio un cálido
beso en mi frente. Yo solo roce su mano y tras ello me fui para que no viera
que me derrumbaba. Antes de entrar en mi casa, respire profundamente,
para que mis hijos no observaran que algo me pasaba, no quería turbarles y
además necesitaba tiempo para pensar como decirles a todos que por
una parte que el padre que sabia que habían tenido no estaba muerto sino
vivo y allí mismo, y a él que existían unos hijos. La situación no era fácil.
Los días pasaban y la ocasión no surgía, yo veía que estaba inquieto, pero
debían de tener el plan bien preparado y eso llevaba tiempo y como nadie
sabia nada, pues todo era superfluo y rutinario. Muchas veces veía que me
observaba, y un día me sorprendí cuando pude ver a Crean hablando con
Bryan ( su hijo) sin que ambos supieran quienes eran en realidad, desde mi
rincón oculta miraba su cierta complicidad, no obstante mi hijo era un muchacho
alto y fuerte de 16 años, que buscaba motivaciones y el echo de tener cerca
a unos hombres curtidos en batallas era algo que superaba sus expectativas.
Al fin un día por la noche mientras estábamos preparándonos para la cena
con mis hijos, alguien llamo a la puerta, Bryan fue abrir y se encontró cara
a cara con Crean,quien se sorprendió de verle allí, sin embargo nada dijo.
Solo preguntó por mi y haciéndole entrar, Bryan se acercó a mi lado para
anunciarme que justamente él me buscaba, yo salí tranquila mientras les
presentaba a mis hijos como un antiguo amigo de la infancia.
Aquella noche se quedo a cenar con nosotros y por un instante pude vivir
la sensación de estar en familia.
Cuando se despidió, yo le acompañé hasta fuera de la casa y allí antes de
irse, se giró, me miró y me dijo:
-Elaine ¿Cuantos años tienen tus hijos?
-16 años, Crean y si son quien tu sospechas nuestros hijos, pero aquí nadie
lo sabe y ellos piensan que tu estas muerto, así que dame tiempo para ver
como se lo digo.
Se que tu querías hablar de todo lo que había pasado desde que nos separaron,
pero yo solo te diré y me mantenido fiel a tu recuerdo, por ellos y por que
yo no he sido capaz de borrarte de mi corazón, aunque se que nada puede
volver el tiempo atrás.
- Elaine, si yo hubiera sospechado que tu seguías viva nada de lo que hice,
hubiera pasado y ahora me siento tan mal....
-Crean tu no tienes la culpa de nada, a ambos nos mintieron y la vida nos
ha marcado un camino que no era el que nosotros soñábamos.
Al final encontré la manera de explicar a mis hijos que su padre estaba
vivo y que ambos estaban juntos ahora, desde ese momento la relación
entre ellos fue todavía más fuerte, aunque todos eramos conscientes de
que aquello era pasajero, aunque yo si vi claro que había llegado el
momento de irme de allí y de regresar a la tierra del que había sido mi padre,
Crean prometió protegernos y custodiarnos hasta encontrar un barco que
nos llevara hasta la lejana Escocia.
Sin embargo el destino, es caprichoso y quiso que todo se fuera complicando,
y nuestro camino tuviera que seguir ligado, viajando a tierras de Siria donde
el debía de cumplir su misión y que aunque ambos nos manteníamos a distancia
nuestro amor seguía fuerte y vivo.
Y un día tras el volver herido mi instinto de protección, hizo que me saltara,
muchas normas y que entre mis hijos y yo le cuidáramos y el se diera cuanta
de cual era su verdadero camino y renunciara a su vida militar y dentro de la
orden y juntos iniciaríamos el viaje hacia Escocia para recuperar aquello que
nunca debimos perder.
A nuestra llegada descubrimos cuales habían sido las verdaderas razones que
nos habían impedido nuestro camino inicial, pero ahora ya nada existía que
nos pudiera separar y sentir de nuevo el amor en todo su fuerza.
Recuperamos la sensación de intimidad, del roce de la piel, de las caricias,
de los sueños compartidos y de la vida .

Ilesin 21/5/14