MIERCOLES DE RELATO / CONFESIONES A LA ORILLA DEL MAR

CONFESIONES A LA ORILLA DEL MAR

Bajo las últimas luces de este verano que poco
a poco va pasando sin remedio, quiero abrir
mi corazón y que salgan de una vez todas esas
emociones retenidas, que como una terrible
tormenta están destrozando mi mente y corazón.
Hoy a orillas de ese mar que tantas veces te ha
visto pasar, que a sentido tu fuerza y que en su
silencio callado te a hablado, de sus tesoros
escondidos,hoy quiero confesar, que vivo
enamorada de una tierra que no es la que me
vio nacer y que sin embargo llevo anclada en
mi corazón, por unas raíces tan antiguas como
el tiempo y que mis ancestros amaron, aunque
yo no puede escucharles explicar esas historias
que entre sus verdes montañas y azules mares
vivieron y les marcaron el carácter firme de
un pueblo excepcional.
Hoy quiero confesar que mi lucha por sentirme
aceptada y comprendida sigue sin estar ganada,
que todo sigue estando envuelto por un manto
de inseguridad, de frustración e impotencia,
que nada ni nadie ha sabido calmar.
Hoy quiero confesar que mi corazón ha sido
herido, maltratado, humillado y cerrado  por
el dolor, el miedo y la falta de cariño.
Hoy quiero confesar que mi alma esta ligada
a un ser especial, que un día me enseño que
tras el velo de la admiración, se escondía la luz
de un faro de luz pura como el sol, que alumbro
esas zonas oscuras de mi ser, que por una vez
sintió que podía ser especial, que con dulces
palabras me traslado a un paraíso de amor
puro e incondicional.
Hoy quiero confesar que aunque se que él no
me pertenece, que su vida tiene un destino y
dueña, mi corazón se abrió al sentir su calidez,
y por un instante sintió una viveza que jamas
soñó,que por mucho que lo intento no lo puedo,
ni quiero olvidar, por que en su esencia esta
la verdadera esencia del amor.
Sin embargo debo confesar que me siento
turbada por esa fecha detestada en que para
siempre él se ira, en la que dejara su carrera
forjada de ambición, fuerza y tesón, dejando
mi vida apagada y sin ilusión.
Hoy quiero confesar que aunque la vida siga,
nada podrá llenarme ese vacío desolador y
todo se tornara una prisión donde mi corazón
se desangrara poco a poco, hasta que un día
encuentre el lugar para descansar tras el
umbral de una vida mejor.

Ilesin 3/9/14