MIERCOLES DE RELATO / MIRADAS DE ÁNGEL

MIRADAS DE ÁNGEL

La vida a veces nos muestra las diversas caras que una
palabra puede tener y tras ella el significado de todos
le podemos dar.
Dicen que todas las mujeres podemos o somos madres,
sin embargo no todas llevan en su interior ese hermoso
don. Madres las hay de muchas clases , pero no todas
saben serlo desde el interior.
La historia que os voy a contar es la de dos personas
que siendo iguales, son capaces de sentir y actuar de
manera diferente y particular. No voy a juzgar porque
no soy yo quien deba opinar, hay un juez que en su
momento y sin que lo llamemos que evoca sus sentencias
de manera inexorable y radical.
Hace tiempo en una localidad que no voy a nombrar,
una joven mujer tiene en su mente que quiere cambiar
su vida y prosperar y no le importa los métodos que
vaya a utilizar, su mirada inquisidora busca la presa
perfecta para iniciar su ascenso y ajeno hay todo un
joven que tiene una bella alma y que en su quehacer
siempre intentar ayudar a sus semejantes, para que
se hagan hombres de provecho, a la vez que en su
trabajo encuentren la dicha de ser útiles.
Debido a su forma de ser el joven muchacho es muy
querido en su circulo particular, ya sea familia,
compañeros y gentes de su localidad, donde su
estima crece y es ahí donde esta mujer fija su objetivo,
es todo lo que ella desea, famoso en el lugar, envidiado
por todas que sueñan ser su compañera y sobretodo de
una belleza especial, que no todos saben apreciar.
Sutilmente ella empieza a poner su plan en acción y se
deja caer por donde el suele estar, iniciando un contacto
prudente y sigiloso como un animal acechando a su
presa.
Él ajeno a todo, al principio le sigue el juego, más por
educación que por deseo, sin embargo ella sabe como
usar sus armas de mujer e inicia maquiavelicamente,
una serie de habladurías que empiezan a generar dudas
alrededor de la persona del joven, llegando incluso a
su propia familia que empieza hacer miles de preguntas
sobre el porque no tiene interés en formar su propia
familia, mientras sus compañeros y amigos ya han
creado sus familias.
Él al principio se defiende diciendo que no tiene prisa,
que un día encontrara a la persona adecuada con la
que sentirá que hay un lazo especial y entonces sera
cuando sabrá que el momento ha llegado.
Pero ella es persistente, ha fijado su objetivo en él
y no piensa soltarlo, así que insiste hasta que al final
el joven muchacho cansado de tantos rumores y
habladurías decide dar un paso, sin estar del todo
convecido y lo más triste sin estar verdaderamente
enamorado, tal vez y como hombre que es, hay algo
de su esencia animal que le atrae su cuerpo de mujer,
pero no su corazón.
Sin embargo ella consigue su objetivo y se convierte
en su mujer, muchas lloraron la perdida de ese sueño
y otras la envidiaron, pero pocas vieron la realidad
que se escondía, tras esa unión.
El tiempo paso y él siguió con su trabajo y otros
quehaceres en donde podía sentirse seguro y feliz.
Sin embargo ella sabia que su plan no tenían un fuerte
sustento y que la base de esa unión podía resquebrajarse
en cualquier instante, tenia que idear la manera de
que el matrimonio se sellara con un hijo,y puso toda
la carne en el asador para conseguir tal propósito.
Que logro tras algún que otro intento, su mente se sentía
feliz, su estrategia funcionaba, sin embargo ella sabia
que había algo que lo separaba de ella y él tenia que
ser solo suyo y sola ella le podía dar esa felicidad y
el tenia que beber los vientos por ella,¡¡ que lejos de
la realidad estaba!!, ella podía tener su cuerpo, pero
su alma era libre y aunque su corazón estaba triste,
todo cambiaba en él cuando podía estar lejos de ella,
mientras sentía la suave brisa acariciarle la cara y
el alma.
Los meses pasaron y lo que debería ser un tiempo de
felicidad se convertía en una cárcel en la que no tenia
previsto ingresar al fin llego el día en que nacieron
dos hermosos niños, y en ese instante de felicidad
el pudo apreciar que de ella salia una esencia distinta,
dura, fría y sin corazón, al comprobar como uno de
los niños era repudiado por su madre, por el simple
echo de nacer más frágil, más pequeño y con cierta
dificultad.
Su corazón que ya estaba quebrado en ese instante
se acabo de fragmentar, aquello era demasiado para
quien veía la vida de manera amorosa con cierta
complicidad. Su esencia se fusiono con ese frágil ser
que era parte de él y lo abrazó, besó y prometió
protegerle, quererle siempre. Sin hacer distinción
entre el y su hermano que también necesitaba de él.
En todo ese tiempo de espera, el alma del muchacho
fue alejándose de aquella que era su compañera y
que sin embargo era una desconocida, nada de ella
le llenaba y fue en esos instantes de soledad, de tristeza
y de búsqueda de respuestas, que nuestros destinos se
cruzaron, casi sin pensar en sus ojos vi la pena, el
desasosiego del alma que era idéntico al mio y un día
mientras cruzábamos nuestros pasos por el sendero del
monte que serpenteaba entre acantilados, donde el mar
rompía con fuerza, le encontré sentado sobre una roca
con la mirada en el horizonte y las lágrimas rodando
sin control por sus mejillas, mi corazón se quebró y me
senté junto a él y sin pensar le acaricie la  espalda mientras
le hablaba dulcemente y tras un corto silencio, él empezó
a contarme su historia, mi alma se estremecía a cada frase
por el contada y justo entonces fue que yo también libere
mi alma y de la misma manera que él lo hizo, yo también
abrir mi alma y corazón.
Le conté que entendía su dolor, que yo había sido abandonada
a mi suerte durante mi embarazo y en mi soledad callada,
el miedo de no lograr salir adelante hizo que cayera en un
abismo profundo y sin fin que me impidió disfrutar de ese
instante único en la vida de una mujer y un hombre.
Sin embargo ahora que todo a pasado, me siento orgullosa
de mi hija, que me llena la vida, aunque a veces añoro la
cercanía de ese ser especial con quien compartir dudas y
alegrías.
Ese día descubrimos que entre nosotros había un lazo especial,
y así fue que se inicio una bella amistad.
Pero el destino siempre nos enseña que tras las nubes negras
sale ese rayo de luz que nos ilumina el camino de manera
diferente a lo que uno podía imaginar.
Una noche, mientras yo estaba en mi casa, poniendo orden
a los quehaceres diarios, alguien llamo insistentemente a la
puerta, y mientras me dirigía hacia la puerta un nudo se apropio
de mi estomago, algo pasaba. Así que abrí, me encontré con él
y un bebé en brazos llorando y casi ahogado por la falta de aire,
en sus ojos vi el miedo de perder a su hijo y acudió a mi por
que en ese momento su mente no podía pensar con claridad, yo
sin preguntar ni tan siquiera decir nada, cogí al bebé en brazos
y en ese instante mágico sentí como ese pequeño ser se abrazaba
a mi como un koala, apoyando su pequeña y frágil cabecita en
mi pecho, mientras yo le acunaba y le hablaba despacio para ir
calmándole del desasosiego que llevaba. Mientras su padre con
las manos sobre su cara, y con el corazón apretado iniciaba un
rezo, intentando serenar su mente.
Poco a poco el niño se fue calmando y al final se durmió tranquilo
en mi regazo, mientras yo intentaba que él también se serenara
y me explicara que había generado esa reacción en el niño.
Tras respirar profundamente, me contó que no podía más que
su vida era un infierno y que ella se negaba a cuidar a sus hijos,
que ninguno recibía cariño por parte de ella y la peor parte se la
llevaba ese que era tratado como un trapo y que justo ese día,
al él llegar a casa desde su trabajo, pudo ver como ella lo había
lanzado contra la cuna, mientras el niño había iniciado una de
sus crisis asmáticas, en ese momento su ira creció y le dijo muchas
cosas duras a ella y había cogido al niño marchándose de allí en
busca de ayuda y en su mente solo me había visto a mi y por eso
había acudido a mi casa. Que ahora que veía al niño tranquilo
y dormido se sentía liberado, aunque angustiado por lo que le
podía pasar al otro bebé.
Yo le dije que fuera a la casa que yo cuidaría de su hijo, que se
tranquilizara y fuera a rescatar al otro niño de las garras de quien
no sabe amar con corazón de madre.
De esta manera fue cuando el cambio su destino y de paso cambio
el mio, ya que al acudir de nuevo a su casa, el había tomado la
decisión definitiva, se enfrento a ella y cogiendo a su otro hijo, salio
de esa casa para no volver. Ella no vino jamás para saber de sus hijos,
y yo puede cerrar esa herida y sentir que podía volver a ejercer de
madre y ayudar a crecer en seguridad y mucho amor a unos niños
que aunque no era fruto de mi ser, eran parte de mi alma y corazón.
Ellos inspiraron estas letras:
Como dos gotitas del cielo, que anidasteis en vientre ajeno,
fuisteis creciendo mientras el destino devolvía su precio al cazador
que creyéndose dueño, jamás pensó que lo que generó, se volviera
en su contra, dos veces dos y en forma de hermosos gemelos.
Aunque yo no soy portadora de tan hermosa semilla, siento y vivo
en pleno cada momento como si mi ser fuera parte de ello, tal vez
porque en esencia se que existe un lazo bello y especial.
El tiempo inexorable ha ido pasando entre el asombro y el desconcierto,
llegando del cielo dos almas bellas de ángeles serenos, dulces, tiernos
y pequeños que traen en velo a quien los ama desde su silencio.
Pero son valientes guerreros y luchan con coraje y empeño, por sus
frágiles cuerpos llevan la estirpe de quien lucha contra todos, por
darles su amor y carió inmensos.
Esos son mis niños, que con miradas de ángel impregnaron mi alma
de luz y amor inmensos.

Ilesin 29/10/14