MIERCOLES DE RELATO / ENTRE SUEÑOS

ENTRE SUEÑOS

En nuestra imaginación podemos 
forjar bellos mundos donde 
sentirnos libres y felices.
Durante nuestra niñez aprendemos 
a crear lugares donde sentirnos 
protagonistas de sueños espectaculares, 
donde nuestras manos se convierten 
en bellas alas con las que volar sobre 
hermosos paisajes sintiendo el aire en 
la cara, que nos eleva sobre montañas 
y valles,sobre ríos de emociones 
incontroladas.
A veces somos jóvenes intrépidos 
que solitarios buscamos alcanzar un 
recóndito lugar, donde tener miles de 
aventuras y sentir que a pesar de las 
dificultades que podamos pasar, somos
capaces de crear cabañas, armas con 
las que sobrevivir y sentir que somos 
grandes náufragos que logran dominar 
el mar, las tormentas y quien sabe 
cuantas cosas más.
En este mundo imaginario que vivimos 
y creamos, es como si nuestra esencia 
interior nos mostrara ese potencial que 
llevamos dentro de nuestro ser, y que 
tal vez miles de veces ya a tenido que
librarse en medio de estas y miles de 
batallas más, que sin embargo quedan 
en el olvido, y solo en nuestra imaginación 
somos capaces de crear.
Todos los sueños son partes de nuestros 
deseos,de nuestros anhelos más internos, 
de aquello que desearíamos ser y que 
por diversos motivos,se quedan en el camino, 
frustrados y sin saber como lograr plasmar 
y gestionar.
Cuando somos niños queremos ser alguien
importante, alguien que tiene el valor 
suficiente para enfrentarse a miles de 
batallas y duras pruebas, alguien que es 
capaz de salvar y amar a ese ser especial,
después por desgracia la vida nos muestra 
otra cara muy lejos de aquello que soñábamos 
y nos damos de bruces en la realidad, 
sin embargo nunca deberíamos de enterrar 
a ese niño que hay en nosotros, deberíamos
seguir soñando y viajando a través de 
los sueños a esos mundo que nos dan fuerzas, 
valentía y un punto de nostalgia del ayer, 
pero que también nos muestran que cuando 
uno sigue luchando por ellos estos un día 
se hacen realidad.
Entre sueños, me veo águila, que volando 
entre verdes valles, desde su privilegiada 
visión veo la vida hermosa y de otro color, 
en ese instante irreal, puedo estar en las
estrellas y desde ellas ver mi mundo 
espectacular, aunque triste por que sus 
luces se apagan y poco queda por solucionar.
Pero cuando me dejo acariciar por el inmenso
mar, me siento mecida entre olas y mareas 
que me conducen a la serenidad del alma 
y aunque sienta la soledad del que vive en
una isla sin nadie más ello me enseña que 
en mi esta la fortaleza, para surgir de entre 
las cenizas y volver a soñar y volar.

Ilesin