martes, 26 de mayo de 2015
MIERCOLES DE RELATO / ADIÓS AL GUERRERO
ADIÓS AL GUERRERO
Hace demasiado tiempo que ando
en solitario, que transito por
caminos en busca de esa paz que
anida en el corazón, sin embargo
siento que he perdido mi fuerza,
que mi corazón esta perdido, que
ya nada de lo que antes me
estimulaba ahora tiene cierto sentido,
tal vez por que me he dado cuenta,
que por mi ambición he sufrido el
más grande de los castigos, la
perdida de todo aquello que tenia
a mi alrededor.
En la soledad del camino, pienso,
reflexiono,e intento hallar la respuesta
a todo lo que me acontece y me
doy cuenta que ni la grandeza,ni
la riqueza nos llevan a encontrar
la felicidad,que por mucha noble
familia, por muchos títulos que
puedas albergar, todos venimos
a este mundo de la misma forma
y cada uno en su lugar.
Nada nos diferencia de la gente
humilde de los pueblos, pues
ellos con su arduo trabajo nos
entregan ese alimento que nos
ponemos cada día en nuestros
cuerpos, con la diferencia de que
nosotros creemos tener un trozo
mejor y ellos en cambio comparte
su pedazo de alimento entre
quienes tienen a su alrededor.
Nosotros salimos en pos de una
misión, de una distinción, de sentir
dentro nuestro una luz que no
llene el alma de paz,y sabiduría,
cuando ellos la sienten desde
el primer instante en que sale el sol.
A veces envidio sus cantos cuando
están faenando en los campos,
cuando pastan en las praderas
y montañas, sin importarles cuantos
kilómetros han transitado.
Nos abren las humildes casas,
cuando cansados y empapados,
buscamos un lugar donde guarecernos,
y nos colman de atenciones, como
si hubieran tenido el premio de poder
albergar a un gran señor.
Y nosotros los llamados grandes
señores, les tratamos muchas veces
a patadas, como si con sus manos
sucias y gastadas por el trabajo,
llevasen incrustada una terrible
enfermedad que nos puede hacer
caer de nuestro imaginario pedestal.
Ahora es cuando me doy cuenta que
somos nosotros quienes deberíamos
de rendirles homenaje, por que gracias
a ellos nosotros estamos en ese lugar,
donde solo se respira traición, envidia
y falsedad.
Todavía recuerdo cuando decidí que
mi lugar era tomar las armas y salir
por esos lares en busca de grandezas,
y así honrar a mi estirpe, ¡¡Cuanto
equivocado estaba!!!, sin embargo
mi orgullo me cegaba y solo quería
ser distinguido y conocido por mis
hazañas....
¿Que hazañas ? ¿La de matar a un
semejante solo para sentirte superior?,
¿La de conquistar un territorio en
manos de otro dueño solo para satisfacer
los delirios de grandeza de un rey
que se creía el mejor?
El tiempo me ha demostrado que
las armas no son nada,que son
instrumentos que según el uso pueden
ayudar o sencillamente traer a el alma
penuria, tristeza y un remordimiento
difícil de enterrar.
Las guerras generan odio y rencor
y alimentan a las personas para buscar
venganza de la manera más cruel que
uno puede llegar a imaginar, he visto
tanta barbarie,que mi corazón se
estremece con solo recordarlo.
Ahora ya he perdido mi ilusión, vago
por los caminos sin ninguna dirección,
mi hogar son los bosques, las montañas
donde como ermitaño busco esa paz
que un día se escapó de mi interior,
intento limpiar mi alma en todos los ríos,
lagos y fuentes, pero sigo sintiendo
la suciedad de mi ego cruel, que
sin piedad se ha llevado por delante
sueños, anhelos y esperanzas.
Ahora ya estoy decidido, me dirijo a
ese lejano y remoto destino, donde
solo hay un camino, para sin más
abandonar esta absurda vida, enterrar
mis armas y decirle adiós al guerrero
que confundió su misión de dar protección,
para segar la vida por el simple
echo de sentirse campeón.
Ilesin. 27/5/15
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Querer alcanzar la gloria con hazañas es una ambición muy común, y muchas veces al llegar a lo más alto al lado del reconocimiento nos encontramos con la soledad. Un abrazo
ResponderEliminarEsa es la gran verdad que se encuentran quienes crecen sin alma ni corazon solo con ambicion.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Besos
Con guerreros asi lograriamos la paz eterna
ResponderEliminarAbrazo
Todos deberiamos de ser conscientes de donde esta nuestro limite en la.lucha y abandonar cuando deja de ser algo interno.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Besos
....Ahora ya estoy decidido, me dirijo a
ResponderEliminarese lejano y remoto destino, donde
solo hay un camino, para sin más
abandonar esta absurda vida, enterrar
mis armas y decirle adiós al guerrero
que confundió su misión de dar protección,
para segar la vida por el simple
echo de sentirse campeón.
Excelente Ilesin, muchos guerreros confundidos deberían leer éstos últimos versos.
Cariños. y siempre gracias por tus visitas.
Muchas gracias a ti mi querida Adriana por tu hermoso comentario.
EliminarBesos de luz
Magnífico tu relato Ilesin. Si analizáramos bien lo que es la vida, no habría ricos ni pobres ni guerreros que confundan su misión, pero el ego nos hace desviarnos de nuestro verdadero cometido. Un abrazo de luz
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida Ana por tus bellas y sabias palabras.
EliminarBesoo
Magnifico relato, el verdadero camino es aquel que te lleva a tu propia realización, porque la sabiduría mora en nuestro templo interior. Pero el poder y la ambición, hace que nos olvidemos, de nuestra verdadera misión.
ResponderEliminarLlesin, precioso besos.
Muchas gracias mi querida Cristina por tus bellas y sentidas palabras.
EliminarBesos
El mundo está al revés desde hace un buen tiempo. El poder y la ambición ha corroído las almas que una vez quisieron cambiar todo para mejor. Y como van las cosas actualmente es interminable tanta falsedad y mentiras. Nuestro refugio, es la luz que aún prevalece en nosotros, es lo que nos hace fuerte para continuar ante el desorden y la confusión universal... La montaña la paz, y el silencio la música...
ResponderEliminarBesitos de luz
Muchas gracias mi querida Carolina por dejar tu huella de luz en esta tu casa.
EliminarBeso de luz
Es difícil encontrar guerreros de la paz, que luchen por nobles ideales, por mantener la esperanza viva, dar cabida en el corazón a todos los que aman de verdad : sin envidia, rencor, discriminación, soberbia, egolatría, vanidad, antipatía, unilateral para ver al mundo y las personas, hirientes con sus omisiones, ignorar a los demás por su calidad de lo que sea, .....todas esas armas cuando se entierren y se arranquen de raíz del alma y corazón ...podremos sentir un poco de paz...Sí a esos guerreros que luchan día a día proclamando y haciendo vida el verdadero amor..
ResponderEliminarMuy hermoso mensaje Ilesín
Fuerte abrazo estimada amiga
Cristina
Muchas gracias mi querida Cristina por tan hermosas palabras llenas de luz y sabiduría.
Eliminarbesos
Muchas atrocidades se cometen por culpa de la ambición, y muchas buenas obras provienen de la humildad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad lo que dices mi querido Rafael, pero hay que decantar la balanza hacia las buenas obras. Muchas gracias por dejar tu huella en forma de bellas palabras.
EliminarBesos
Los héroes de verdad son los hombres y mujeres más sencillos.
ResponderEliminarBesos.
Es verdad lo que dices mi querido Toro, por eso hay que darles su merecido premio.Muchas gracias por tus bellas palabras.
EliminarBesos
Los heroes anónimos, esos que luchan por la paz u combaten desde la luz de alma y corazón son los que merecen todos mis respetos.
ResponderEliminarMi abraz✴ Ilesin
Tienes toda la razón esos son los verdaderos héroes. Muchas gracias por tus bellas palabras.
EliminarBesos
Llesín, tu relato nos hace recordar tantos caballeros a lo largo de la historia, que llenos de ambición y orgullo han batallado con el fin de obtener riquezas y gloria terrenal...Todo ello es vanidad y caducidad y cuando se acerca el final de la vida, sólo les queda la inseguridad de su conciencia y su alma vacía...Muy bueno, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo madrileño.
M.Jesús
Muchas gracias a ti mi querida Mª Jesús por tus hermosas palabras llenas de sabiduría y luz.
EliminarBesos
Cuando el afán de poder arrastra, cuando la mente se ofusca ante la ambición de poseer, se va perdiendo el sentido de la vida que es amar hasta desfallecer.
ResponderEliminarDe poco nos acordamos de los más necesitados, de poco o nada de aquellos otros que dejan su piel de sol a sol y no les llega para comer, olvidamos los verdaderos valores que un día, cuando nos paremos a reflexionar, comprenderemos que son los que jamás deberíamos perder: AMOR Y SOLIDARIDAD, dos grandes pancartas con las que podemos alcanzar el orgullo de poder ofrecer.
Cariños en el corazón.
kasioles
Muchas gracias mi querida Kasioles por tus hermosas palabras llenas de fuerza, sabiduría y luz.
EliminarBesos
Una reflexión muy buena y muy profunda...
ResponderEliminarMuchos besos
Muchas gracias mi querida Carmen por tus palabras.
EliminarBesos