LUCHANDO CONTRA TODO

LUCHANDO CONTRA TODO

A veces cuando estoy en la calma de mi casa
doy un paseo por mi recuerdos y por cada
momento vivido en que sin darme cuenta
una vez mas me he vuelto a enfrentar a la
muerte en esa dura batalla que me lleva a
enfrentarme a la crudeza de los elementos
que a veces son dificiles de gobernar.
Yo soy Iraitz y mi vida depende del mar,
ya que formo parte de la tripulacion de una
embarcacion de modesta y que caza ballenas
en el Cantabrico.
Es un trabajo duro y peligroso ya que cuando
los vigias dan aviso de avistamiento todos
hemos de ser rapidos para llegar al lugar y
ser los primeros en cazarlas y despues llegar
a puerto antes que nadie.  Esto no tendria
quizas nada de especial sino fuera por que
todo va a fuerza de brazos de trece hombres
mas un patron que nos indica donde esta
nuestro objetivo y justo en ese instante la
destreza del arponero es la que nos da la
posibilidad de victoria o derrota.
Yo tengo claro que en muchas ocasiones
nada lograriamos sin la confianza ni el
empuje de quien lleva con mano firme la
embarcacion, sobre en esas tardes oscuras
cuando la tormenta puede acechar y el
miedo agarrota los musculos, teniendo la
sensacion de que tras una de esas
grandiosas olas la muerte nos dara su frio
abrazo final.
Sin embargo su fuerza y fe hace que todos
confiemos en su voz y mientras se entonan
canticos a viva voz, Irakoitz nos lleva sanos
y salvos de nuevo al puerto salvador.
El no es hombre de muchas palabras,  la vida
no le ha dado muchas alegrias y su unica
pasion es enfrentarse a ese mar que le
engrandece el alma y serena su interior.
Algunos de mis compañeros le temen yo sin
embargo le admiro y creo entender muy bien
lo que pasa en interior, quizas por que como
el soy solitario,  no tengo familia y me cuesta
abrirme a los demas,  tal vez para protegerme
del dolor dea perdida y la decepcion.
Hoy a media tarde se ha dado la voz de alerta
y todos hemos acudido rapidos a recoger
nuestros remos empujando hacia el mar
la embarcacion, subiendo a ella de manera
ordenada y con rapidez,  a la voz de Irakoitz
se ha iniciado la remada equilibrada, segura
y sin perder la esperanza de llegar al punto
de caza,  a pesar de que las olas a veces
nos eleven y nos intenten desviar del destino, 
no piensas en el agua que entra, ni en lo
mojado que este el cuerpo,  en la mente solo
esta presente el cazar la ballena y ser los
primeros de llegar al puerto. 
Ha llegado el instante crucial estamos cerca
del gigantesco animal,  el arponero se prepara
la tension es grande casi nadie respira, el
silencio es tan impresionante que ademas
del crujir de las olas,  los soplidos del animal, 
de golpe se oye un silbido en el aire y de manera
certera logra su objetivo y suena el grito del
patron de iniciar la maniobra de vuelta, asi es
cuando la remada se hace conjunta
manteniendo esa bogada. que hace ser unicos
y fusionados con el mar.
No vemos el peligro solo oimos el sonido callado
de los remos al penetrar en el agua y la voz de
Irakoitz entregando valor y confianza.
Sin embargo casi llegando. al puerto una ola
nos empuja sin poderlo controlar hacia las rocas
y a pesar de la perícia de Irakoitz, se oye el crujido
de la madera y la sombra del terror pasa por la
mente de todos sin embargo,  Irakoitz nos impulsa
a no parar aunque algunos no sepamos si vamos
a zozobrar,  pero logramos llegar al puerto y es 
cuando somos conscientes de las consecuencias, 
remos rotos, hombres heridos pero nada importa
se llego y ahora todo vuelve a la calma y en
poco tiempo todos volveremos a la mar.
No somos como los demas el mar corre por
las venas y nada nos puede alejar de su fuerza
y magia que penetra firmemente en el alma
sin poderlo evitar.

Ilesin 26/8/15