martes, 12 de julio de 2016
UNA CIUDAD ENTRE MONTAÑAS
UNA CIUDAD ENTRE MONTAÑAS
Todavía hoy muchas veces creo que todo
fue parte de un sueño, o quizás producto
de mi imaginación, pero en el fondo de
mi corazón algo me dice que no, que
todo lo que viví fue muy real.
Desde pequeño me sentí tremendamente
atraído por las increíbles montañas que
rodean mi pequeña aldea y que nos
protegen en cierta manera del riguroso
invierno ya que desde el fondo del valle,
sus altas laderas son como paredes,
gigantes que nos cuidan como una madre.
Escuchaba en las voces de los ancianos,
leyendas bellas y únicas que alimentaban
aún mas mis ganas de ir y dejarme
arrastrar por su magia.
Así que cuando fui lo suficientemente mayor,
me empecé a perder por sus caminos, en
busca de algo me hiciera sentirme vivo,
sentir que un día algo provechoso saldría
de mi.
Pero no siempre aquello que deseamos se
cumple como desearíamos y más cuando
sin saber por que te encuentras de golpe
con una realidad muy diferente a la que
estas acostumbrado y que trastoca todos
tus cimientos como persona.
Todavía recuerdo el día en que empezamos
a ver desde lo lejos unas columnas de
gentes caminando hacia nuestro valle,
mientras el eco de las montañas hacia
sonar sus pasos como pesados artefactos
dispuestos aplastar todo lo que hasta ese
instante era un remanso de paz y felicidad.
Pero nosotros ajenos a lo que estaba por
llegar seguíamos absortos en nuestros
quehaceres diarios, lejos de egoísmos sin
sentido ni poder que nos alejara de la
fortaleza de nuestro verdadero ser.
Sin embargos esos seres entraron
dispuestos a ser amos y señores del lugar,
según ellos eramos la antesala a la entrada
a una ciudad sagrada, escondida entre
montañas que guardaba en su interior, el
cáliz de la sabiduría interior.
Ellos creían que nosotros conocíamos el
camino a esa ciudad imaginaria, una ciudad
que estaba en alguna de nuestras leyendas,
pero que nadie sabia donde se hallaba.
No nos creyeron y pensando que no queríamos
llevarles, todo aquel que se negaba a colaborar,
era inmediatamente arrestado y si se revelaban
aniquilado dejando a los demás con una
sensación de impotencia y fragilidad.
A los más jóvenes nos reclutaron como su
ejercito, siendo obligados a caminar por esos
innumerables caminos en busca de ese lugar,
que jamas aparecía y que ellos se empeñaban
en buscar.
Así pasaron los meses y no cesaron en su
empeño,ni durante el duro invierno, que
hacia peligrosa cualquier ascensión a las
cumbres milenarias.
Un día durante una de las salidas, mis pies
resbalaron, precipitándome por un abismo,
todavía no se como me agarre a uno de sus
salientes, sin embargo ellos no se detuvieron
ni permitieron, que nadie lo hiciera, me dejaron
allí, colgado y ante una muerte lenta pero segura.
Veía el tiempo pasar y con el mi vida a gran
velocidad, no se cuanto tiempo paso, pero
alguien me levanto, pero era tan grande mi
dolor y el cansancio aún mayor que no tuve
fuerzas para abrir mis ojos, sencillamente
me deje llevar, en mi mente surgió la idea
de mi muerte, y de que me venían las almas
a buscar. Sentir un calor especial, mi cuerpo
parecía recuperarse a gran velocidad, pero
yo no podía abrir los ojos, no quería despertar
ni salir de ese estado de inmensa paz.
Al final algo me hizo reaccionar, era una luz
clara y potente que sobre mi me hacia sentir,
una sensación especial, era como si me
embriagara un gran amor que lo llenaba todo,
y que me hizo emocionar.
Recuerdo abrir los ojos y al mirar por el ventanal
no podía reconocer donde estaba, pero todo me
resultaba familiar, esas verdes praderas llenas
de flores, esas construcciones tradicionales que
tenían una cierta magia y que me llamaban,
como si fuera a reencontrar una parte perdida
de mi.
Tan absorto estaba en mis pensamientos y
sentidos, que no acerté a ver que no estaba
solo que frente a mi había alguien que con
una sonrisa serena me miraba, esperando
a que volviera de mi viaje entre los sentidos.
Fue quien me contó, que estaba en un lugar
sagrado de donde un día salí, para aprender,
y ayudar a otros a comprender que hay una
ciudad iluminada en el fondo de todo ser,
que solo puede ser traspasada cuando no hay
malicia en el fondo del corazón y que no es
visible a los ojos de quienes solo quieren el
poder y están corruptos en su interior.
Por eso desde el valle salían miles de caminos,
por que cada uno tiene su propio sendero y
es distinto en su proceder, para canalizar
la esencia verdadera del ser.
Solo cuando alcanzamos la grandeza del amor,
los caminos se aclaran y se nos permite ver la
entrada de la ciudad magica entre medio de las
montañas.
Hoy sigo viviendo entre sus muros, salgo cuando
se que debo ayudar a quienes un día fueron, mis
parientes amigos y vecinos. Los que nos
perturbaron el destino partieron sin ver cumplido
su deseo, por que en su corazón no estaba la llave
que los acercara a tan hermoso sueño.
Para quienes me conocen desde niño soy un
solitario monje que vive entre las montañas y
que viene para salvar sus almas.
Ilesin 13/7/16
Es una historia bonita.La ciudad mágica que solo unos privilegiados de corazón puro y lleno de luz han podido ver en las alturas que tocan el cielo.
ResponderEliminarFascinante y mágico. Me ha encantado. Soy muy curiosa de estas cosas. Y sé que existe esta ciudad mi querida Ilesin.
Besitos de luz
Muchas gracias mi querida Carolina por tu comentario sabia que te gustaría y me alegro que viajaras a traves de las letras a ese magico lugar.
EliminarBesos de luz
Pensé en el Nirvana que realmente está en nuestro interior.
ResponderEliminarUn gran abrazo amiga.
Muchas gracias mi querida Pluma Roja por tu bello comentario y es que en cierta manera puede ser así que exista en nuestro interior.
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Bello texto. No te había leído nada semejante.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias mi querida Malquerida me alegro que te haya gustado.
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Te has lucido, un texto lleno de belleza, escrito desde la felicidad te aplaudo y te mando un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida Ester por tu bello comentario, me alegro que te haya gustado.
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Pues sí, la verdad que te habrás quedado agusto con este gran poema, me ha encantado, es precioso. Mi felicitación, amiga.
ResponderEliminarUn gran abrazo desde Murcia.
Muchas gracias por tu hermoso comentario mi querida Carmen, me alegro de que te gustara.
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Pero que hermoso Ilesín....tan bien narrado que me capturó desde un comienzo....pleno de sentimiento y grata sorpresa final...Felicitaciones. Existe esa bello lugar ????
ResponderEliminarFuerte abrazo
Muchas gracias por tu bello comentario mi querida Stella, me alegro de que te gustara.Puede ser leyenda o no, quien sabe.
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No se si es leyenda o realidad Ilesin, pero es un hermoso relato, ojala que existieran mucha ciudades como esta y llenas de personas y monjes dispuestas a ayudar siempre.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Muchas gracias mi querida Conchi por tu bello comentario, me alegro que te haya gustado.
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Un relato muy lindo. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida Teresa, me alegro que te gustase.
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Un texto muy hermoso donde nos das una lección sobre como encontrar la felicidad en el dar sin esperar nada a cambio y que la ambición humana lo corrompe todo.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias mi querido Alfred por tu bello comentario, me alegro que te haya gustado y que encontrases parte del mensaje que hay en el.
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Hola Ilesin.. que gran relato, una historia magnifica..
ResponderEliminarUn abrazo..
Muchas gracias mi querido Llorenç por tus hermoso comentario, me alegro que te gustara.
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Qué envidia.
ResponderEliminarAhora mismo me iría allí.
Muy bonito.
Besos.
Y seguro que serias bien recibido!! Muchas gracias por tu bello comentario mi querido Toro y nunca dejes de buscar las puertas que un día te llevaran a ese lugar soñado.
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Enhorabuena por tan precioso texto.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muchas gracias mi querida Amalia, me alegro que te gustar.
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Esta vez buscar no es suficiente para encontrar, hay que merecer, no todos conocen las señas que abren las puertas de esa ciudad mágica...y con razón. Me ha encantado leerte Ilesin, extrañaba tus letras!
ResponderEliminarTe dejo un abrazo en este atardecer de nubes inquietas!
Muchas gracias mi querida Aquamarine por tus bellas palabras , me alegro de que te haya gustado y estoy segura que un día tu también encontraras esa mágica recompensa.
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Ver la ciudad magica
ResponderEliminarCuanto debemos aprender y sentir
Mejorandonos para la apertura de ....lugares magicos
Tus palabras hacen volar la imaginacion
Gracias
Cariños
Muchas gracias mi querida amiga por tus bellas palabras, me alegro que te gustara y estoy segura que un dia todos encontraremos ese lugar sagrado.
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Preciosa historia, me ha encantado. Un fuerte abrazo y sigue ofreciéndonos textos así, con vida, ilusión y esperanza.
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida Ana por tu comentario tan bello, me alegro que te gustara.
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LAs catedrales de lo supremo viven en nuestro interior
ResponderEliminarBello mensaje amiga
que esa luz nos acompañe siempre!
Muchas gracias mi querida Magdeli por tus bellas palabras, me alegro que te gustara.
ResponderEliminarBesos
Shamballa!!!
ResponderEliminarSerenidad y Alegría infinita.
Gracias.
Un Abrazo.
Muchas gracias por vuestro comentario me alegro de que os gustara.
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