EL JARDÍN ENCANTADO

EL JARDÍN ENCANTADO

Quizás este formando parte de mi imaginación,
pero esa parte del jardín en el que las pequeñas
cascadas brotaban de todas partes, me llevaba 
a un estado de paz, de calma y seguridad.
Bajo esos coloridos arboles, solíamos pasear,
y entre sus verdes prados nuestras palabras
eran un río más donde los sentimientos
salían sin pensar, no hacían falta palabras,
solo miradas que nos conducían a esa parte
del ser donde sentías que conocías a quien
es parte de tu ser.
Es por ello que echo en falta esa comunicación,
ese enlace de corazón a corazón, donde a veces
la intuición habla antes que la razón.
En ese lazo de unión nos bastaba estar abiertos
y ser capaces de ver más allá de los ojos, y
sentir que nuestras almas caminaban juntas,
sin ninguna explicación, solo por ese simple 
echo de sentir una complicidad reciproca, que
nos eleva hacia una dimensión desconocida
y a la vez tan nuestra que solo en ella alcanzamos
ese paz interior.
Quizás por el agua nos ayudaba a fluir libremente,
quizás por que habíamos estado tantas veces allí
que solo el suave murmullo del agua era como un
bello canto al amor.
Ahora pocas veces logramos estar en esa codiciada 
comunión, no por que no lo queramos, sino por
que los caminos ha veces se bifurcan sin explicación.
Pero dentro del alma sabemos que nada nos separa
sino que nos hace demorarnos en ese camino de
evolución, donde aprendemos a ser grandes y amar
desde el verdadero corazón.

Ilesin 19/10/16