MIERCOLES DE RELATO / OFRENDAS AL VIENTO

OFRENDAS AL VIENTO

Mientras estoy subida en lo alto de la colina,
siento al viento jugar con mis cabellos haciendo
que todo gire alrededor de los sueños que voy
tejiendo sin parar y que son como pequeñas
plegarias que una lanza al viento, esperando
que un día sean escuchadas y se hagan realidad.
Desde pequeña, me he caracterizado por tener
una gran imaginación, y hacer que cada pequeño
detalle fuera creciendo, hasta convertirse en una
bella historia donde todo podía verse de verdad.
Siempre me llamaba la atención ver como los
mayores se perdían en sus problemas y se iban
apagando sus ilusiones, sueños y esperanzas,
tras el velo de la insignificancia, del imposible,
sin embargo aquello pocos, que no caían en manos
de la indiferencia y seguían firmes en sus convicciones,
estos apesar de las dificultades, seguían siendo
felices y disfrutaban de cada instante como si se
tratase un un bello tesoro que debían de guardar en
su interior.
Puede que influenciada por todo ello, fui creando
un caldero mágico, lleno de ilusiones, de esperanzas,
de sueños por cumplir, el cual cada día iba regando
con las ofrendas de  los suspiros perdidos del alma,
de los latidos de los corazones que todavía buscaban
ser calentados por un sentimiento de amor, con las
lagrimas vertidas por el sufrimiento que se quiere erradicar,
con los miedos de no ver un mañana libre de la falta de
un hogar, de un trozo de pan, de un beso entregado
sin obligación.
Tras un tiempo de reflexión he creído que ha llegado
el momento de subir a la cima más alta de mi mundo,
y desde allí poder valorar que tras un duro sacrificio,
todo tiene su momento ideal, que nada escapa a los
designios del destino que todos tenemos escrito en
nuestra piel. Y que hay que vaciar el alma de todo
aquello que nos aleja de ser quienes somos en realidad,
una chispa de luz, que busca unirse a miles de chispa,
para generar un bello sol con que resplandecer e
iluminar el universo de una atmósfera especial, donde
nada falte y todo se pueda lograr.
Ahora desde mi cima, miro a mi alrededor y mientras
observo la danza hechicera de la aurora con sus colores,
mis pies bailan al son de la música del río que me habla
de esperanza y de que con mis manos lance al viento
todas las peticiones como una bella ofrenda al viento
y mientras les doy libertad, vida y energía, algo esta
cambiando en mi interior y a su vez en el interior de
todos los que en su momentos evocaron aquello que
tenían en su interior, como una ofrenda a universo,
que el viento lleva con todo su amor.

Ilesin 11/6/14