martes, 28 de abril de 2015
MIERCOLES DE RELATO / LA FUENTE DE LA FELICIDAD
LA FUENTE DE LA FELICIDAD
Eramos jóvenes e inconscientes, pero el echo
de estar cerca de tu ser, era sentir esa paz,
esa libertad que no siempre tenia.
En los jardines de la quinta, desde pequeños
tuvimos cierta debilidad por el rincón de
la fuente donde el rumor del agua cayendo
me alejaba de toda esas normas que debía
de seguir, para lograr alcanzar un buen partido
como marido y así mantener un cierto legado
familiar.
A mi esas cosas no me importaban mucho,
yo solo quería salir y entre el vergel de flores
y arboles sentir la brisa y los pocos pájaros
que se acercaban a cantar su melodía particular.
Pero Drusus tenia la peculiaridad de aparecer
de la nada y mientras yo con los ojos cerrados
dejaba volar mi imaginación, el aprovechaba
para jugar con mis largos cabellos, a veces
enredando entre ellos pequeñas florecillas
silvestres que había ido recogiendo en su
camino hasta mi casa.
A mi gustaba su compañía, sobretodo cuando
me explicaba sus quehaceres en la escuela
donde aprendía todo tipo de cosas raras, que
me hacían reír. De escondidas a veces traía
algún que otro manuscrito que leíamos y
mientras el con su habitual teatralidad hacia
la tarde más amena, yo me nutria de nuevos
conceptos que hacían que mi mente quisiera
saber más. Pero debía de guardar silencio,
ya que ni mi madre y ni quienes me educaban
les hacia mucha gracia que una mujer fuera
demasiada inteligente y dejara en ridículo a
su marido,para ellos la mujer debía de ser
servicial, educada y hacerse cargo de los
sirvientes, esclavos e hijos.
Su opinión no debía de pronunciarse ante
asuntos de estado, guerra o cualquier otra
circunstancia que fuera de la casa y del
señor.
A veces cuando se tenían que discutir cosas
importantes el padre de Drusus y mi padre
se reunían en el despacho para hablar de
sus personales opiniones que después harían
publicas en el senado, donde ambos iban
ya que eran senadores.
Era entonces cuando recibíamos permiso
para salir e ir hasta la ciudad y pasear por
sus calles a veces malolientes, para ir
hasta el foro y escuchar a los eruditos o
acercarnos al templo de Augusto, para pedir
algún que otro deseo.
Para él yo era no solamente su mejor amiga,
sino una confidente en quien confiaba sus
secretos y pedía consejo cuando las dudas le
asaltaban.
Así fueron pasando los años y con ellos nuestro
contacto siguió creciendo y con ellos nuestra
manera de ver y sentir la vida.
Por eso cuando todo se escapaba de la realidad
que ambos buscábamos, nuestro refugio era
la fuente donde íbamos siempre ya desde niños,
allí descubrimos los verdaderos sentimientos
que había en nosotros, pero no fue hasta el día
en que oyó de los labios de su padre, que mi
familia quería realizar una fusión con una de las
familias más influyentes y poderosas, a la manera
de un matrimonio pactado el mio con el hijo de esa
familia, a quien yo despreciaba, y con el cual me
había enfrentado muchas veces, ganándome la
reprimenda de mis padres.
Drusus acudió raudo, hasta mi quinta y deslizándose
por encima de la tapia del jardín entro, en la casa,
mientras sigiloso caminaba por entre los arbustos
y se acercaba hasta mis aposentos.
Desde el alfeizar de la ventana, me llamó en voz baja.
-Annia!!, ven hasta la fuente hemos de hablar.
Yo tranquilamente para no levantar sospechas, cogí
mi estola, me la puse sobre el vestido y salí hacia el
lugar donde me esperaba Drusus.
Estaba alterado y con voz trémula me dijo.
-Annia dime que no vas aceptar esa boda!!! es tu
perdición, todos sabemos como es Cayo y te va
hacer la vida imposible, ademas de no valorarte
ni como persona ni como mujer.
-Y que te crees que yo no estoy furiosa?? Drusus
no tengo otro remedio, es un pacto entre familias
y yo no pinto nada, las mujeres solo somos una
moneda de cambio para adquirir más solera en
esta horrible sociedad.
Drusus, sin decir nada más me abrazó, mientras
por mis mejillas las lagrimas brotan sin cesar.
-Annia no se como pero yo consiguiere que esto
no ocurra. ten confianza en mi.
Después de un tiempo en silencio, de la misma
manera que entro, salio de la quinta no sin antes
haberse acercado hacia mi y rodeándome de nuevo
entre sus brazos, me besó por primera vez.
Mi alma salio volando en un instante de paz y mi
corazón supo que no podía ser de nadie más.
Al cabo de unos días, recibí una carta de Drusus,
diciendo que pronto toda esa locura terminaría,
que estaba terminando su plan.
Mientras yo me iba apagando, cada día más, ya
que veía que mi madre seguía con los preparativos
de la boda, hasta que por fin un día a la noche y
mientras la familia estaba reunida en el triclinium
uno de los sirvientes anunció que un tribuno quería
hablar a solas con mi padre. Este aunque sorprendido
se levanto y le dijo a sirviente que llevara al tribuno
hasta el tablinum. Mientras vi a mi padre marchar,
hacia su despacho, por el lado opuesto vi pasar al
joven con su traje de oficial del ejercito y no podía
dar crédito a mis ojos, era Drusus.
Después de un buen rato de espera, donde mis nervios
estaban a flor de piel, mi padre entró de nuevo en la
estancia y mirándome a los ojos me preguntó.
-Annia contesta con sinceridad, pues tu futuro depende
ello. Quieres la seguridad de un matrimonio con Cayo,
o seguir con angustia la incierta vida del tribuno Drusus?
- Quiero la felicidad con Drusus, padre.
Entonces ve con él- dijo mi padre.
no espere más salí corriendo hacia el jardín donde sabia
que el me esperaba, en la fuente de la felicidad.
Ilesin 29/4/15
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Una historia que bien puede ser el reflejo de muchos pactos entre familias que llevan a la desgracia a jóvenes que no se desean ni se conocen. En tu historia, algo inusual ocurre. que el padre de ella se decante por la felicidad de su hija.
ResponderEliminarUna bonita historia estimada amiga, un fuerte abrazo.
Muchas gracias mi querido Jorge por tus bellas palabras y por aportar ese granito de arena con tu comentario.
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Bonita historia que refleja las costumbres de otros tiempos. Hoy y desde hace tiempo la mujer puede elegir a quien va a ser el compañero de sus días. El amor manda, ella tiene la libertad de elegir, gracias a Dios.
ResponderEliminarUn beso amiga.
Muchas gracias mi querido Migue por tus palabras, aunque por desgracia todavía existen culturas donde los matrimonios son pactados y la mujer sigue sin poder opinar ni elegir.
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Que suerte tener cerca la fuente de la felicidad, que extraño que el padre pida opinión. Una historia de costumbres que espero que ya no estén vigentes. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias mi querida Ester por tus bellas palabras. Aquí puede que ya no existan estos casos que a ciencia cierta no se saben, pero hay muchos lugares del mundo donde por desgracia siguen estando muy presentes.
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A veces volver a algún lugar es volver por un momento al pasado, a sus sensaciones y anhelos... A nuestra media huella.
ResponderEliminarEsa fuente era el elixir del que emanan viejas esencias, amores y sus secuelas.
Afortunadamente los tiempos cambian y las libertades abren sus alas ... Aunque ... No en todas partes, es por eso que debemos de seguir luchando.
Un abrazo Ilesin.
Gracias por tu luz hecha palabra
Así es mi querida Athenea tu lo has explicado de maravilla. Muchas gracias por tu aportación hermosa en forma de bella palabras.
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La mujer ha crecido, crece y crecerá sin mirar ya hacia atrás.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Gracias.
Es verdad que la mujer ha crecido, crece y seguirá creciendo, pero todavía falta mucho camino para sentirse equiparada a los hombres.Muchas gracias por tus palabras.
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Cuando era joven e inconsciente me sentía mucho más feliz.
ResponderEliminarBesos.
Mi querido Toro eso nos ha pasado a todos, pero es el precio a pagar para pasar de la juventud a ser un adulto.
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Llesín, he visto esa fuente, que llena de calma e inspiración para seguir adelante...Ahí tejieron los protagonistas su amor y la mano que escribe su devoción por las letras...Una historia preciosa con final feliz...Ojalá todas las historias tuvieran la suerte y la comprensión, que nos muestras. Mi gratitud y mi abrazo grande por tus buena inspiración, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús
Muchas gracias por tus siempre hermosas palabras llenas de ternura y luz mi querida Mª Jesús.
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¡Que relato mas bonito Ilesin! por encima de todo triunfo el amor y no la conveniencia de dos familias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias mi querida Conchi por tus hermosas palabras.
EliminarBesos.
Bello relato
ResponderEliminarAbrazo
Muchas gracias mi querida Lapislazuli. Me alegro que te gustara.
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Tienes un don innato en tu interior el de expresar con el alma todo aquello que ocurre en las distintas épocas y hacernos pasear por ellas sintiéndonos protagonistas.
ResponderEliminarBesitos
Me alegro mucho mi querida Raissku que así lo vivas, yo solo intento expresar lo que sale desde mi alma.
Eliminarbesos
Tus letras tocan el alma, tus relatos están llenos de magia y luz.
ResponderEliminarPrecioso de verdad.
Muchos besos
Muchas gracias mi querida Carmen por tus bellos comentarios, me alegro que te gusten los relatos que intento escribir.
EliminarBesos