EL YUGO DE LA SOLEDAD
En muchas ocasiones la vida nos muestra su lado
más difícil y amargo, en donde sientes que ya nada
tiene sentido, ni fuerza y motivación.
Es un espacio vacío de sentido, donde sientes que
todo por lo que has luchado y soñado se esfuma sin
que nada puedas realizar. Entras en un periodo de
insatisfacción, de desilusión, de frustración, donde
percibes que no eres nadie, donde en cierta manera
tu presencia no importa a nadie, que podrías desaparecer
y nadie notaria tu falta.
Pierdes la fe, la esperanza y la alegría de seguir luchando,
todo está alimentado por el yugo de la soledad, donde
eres consciente de que por muy rodeado que estés, nadie
ve, escucha ni entrega una mano para que puedas remontar.
Es en esos instantes que percibes las verdaderas caras y
caen las mascaras y de das cuenta de que quizás, has
estado alimentando a lobos disfrazados con pieles de oveja,
que son su lamento han sabido penetrar y lograr que
tus barreras y acceder a lo que nunca debieron de obtener.
Dicen que el humano es el único animal que tropieza mil
veces con la misma piedra, pues yo debo ser una de ellas,
porque siempre acabo sintiendo ese dolor, de sentir como
hay esa sensación de no valoración, de destierro, de no
pertenecer a ningún sitio y ese dolor crece, te come por
dentro y te arrastra hacia la profundidad del alma, donde
poco a poco la oscuridad te va relegando a ese rincón,
donde finalmente desaparecer, sin dejar huella.
Si esto es la vida que desde ahora me toca vivir, prefiero
morir y liberarme de esa sensación, de esa frustración de
quien a intentado dar lo mejor de si, pero que lo único
que ha logrado, es la soledad, el abandono y el silencio
de quién nunca debería de haber existido.
Ilesín 3/3/25